miércoles, 28 de octubre de 2015

Onda de Nazaré

Onda de 30 metros na Nazaré.

Como a podemos explicar?

Com a chegada à região costeira de Portugal continental de ondulação forte proveniente dos quadrantes Oeste / Noroeste, verifica-se:

1.- Refracção da onda por diferença de profundidades entre a plataforma continental e o canhão. Este efeito leva à mudança de direcção da onda sobre o canhão (onde a onda viaja mais rápido).

2.- Galgamento de um degrau topográfico (desnível vertical do fundo). A rápida redução de profundidade origina o empolamento da onda (redução do seu comprimento de onda e a amplificação da sua altura). Este efeito ocorre também de forma gradual com a aproximação da onda à costa.

3.- Interferência positiva entre a onda proveniente do canhão e a onda que atravessa a plataforma continental norte. Este efeito promove novo empolamento no ponto de intersecção destas duas ondas.

4.-Deriva Litoral. A ondulação promove uma corrente junto à praia que escoa de norte para sul e que inflecte no cabo para o mar. Esta corrente é reforçada pelo empilhamento de água na enseada, a norte do cabo, que flui na mesma direcção e que intercepta a onda no sentido contrário à sua propagação. Este processo contribui adicionalmente para o empolamento da onda.

O efeito combinado destes processos aumenta significativamente a altura da onda, que pode alcançar assim valores muito superiores aos registados ao largo.


Onda de Nazaré desde el Faro (Foto de Jorge Santos)
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        Mas, cuando es combatido de recios vientos, y levanta sus temerosas ondas hasta las nubes, y cuanto más las levanta a lo alto, tanto más profundamente descubre los abismos, con lo cual levanta y abaja los pobres navegantes, azotando poderosamente los costados de las grandes naos, cuando los hombres están puestos en mortal tristeza, las fuerzas y las vidas rendidas, entonces nos declara el furor de la ira divina y la grandeza del poder que tales tempestades puede levantar y sosegar, cuando a Él le place.

Fray Luis de Granada, Canto a la Naturaleza, selección de textos de Urbano Alonso del Campo, Universidad de Granada 1991, p. 39

El público contempla la Ola de la playa Norte (Foto Miguel A. Lopes/ EFE)


Caída de la Ola de Nazaré (Foto Miguel A. Lopes /EFE)


lunes, 26 de octubre de 2015

'Cantar de Mio Cid', Anónimo


Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes,
Facsímil de la ed. paleográfica de R. Menéndez Pidal, Madrid 1961


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        Si Santa Cruz es, de puertas adentro, una fragua encendida de oración y estudio, de puertas afuera es un faro radiante de predicación y apostolado. El apostolado es el fin medular de los Dominicos, y uno de los motivos que los Reyes Católicos invocan para fundar el convento de Santa Cruz es precisamente 'el fruto' que se seguirá; ese fruto no puede ser otro que el de la 'predicación'; la ciudad y el reino, con su población de moros y cristianos, se hallaban menesterosos de una abundante siembra de la palabra de Dios.

        Fray Alberto de Aguayo proyectó Santa Cruz a esta vertiente desde hora de prima. El Capítulo de Peñafiel, 1504, le concedió el honroso título de Predicador General, señal inequívoca de que se ha señalado en las tareas del púlpito, y acicate para que continúe 'predicando'. No sólo él; Santa Cruz es casa de predicación, y todos los de la comunidad, cada uno a su modo y manera, predican.
        Esta es, a grandes rasgos, la historia del nacimiento y de las primeras décadas de Santa Cruz la Real: ahí se encamina, decidido y consciente, Luis, mozo de veinte años, ex-paje de los hijos del conde de Tendilla.

ÁLVARO HUERGA, Fray Luis de Granada, BAC , Madrid 1988, p. 18

viernes, 9 de octubre de 2015

La Devoción a la Virgen del Pilar

        


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        El mayor trabajo que padecen las personas que se dan a la oración es la falta de devoción que muchas veces en ella sienten: porque cuando ésta no falta, ninguna cosa hay más dulce ni más fácil que orar. Por esta razón, ya que habemos tratado de la materia de la oración y del modo que en ella se podrá tener, será bien tratemos ahora de las cosas que ayudan a la devoción, y también de las que la impiden, y de las tentaciones más comunes de las personas devotas, y de algunos avisos que para este ejercicio serán necesarios. Mas primero hará mucho al caso declarar qué cosa sea devoción, porque sepamos antes qué tal sea la joya por que militamos.
        Devoción dice Santo Tomás que es una virtud, la cual hace al hombre prompto y hábil para toda virtud, y le despierta y facilita para bien obrar (Cf. Summa theologiae, II-II, q. 82, a. 1.). La cual definición manifiestamente declara la necesidad y utilidad grande de esta virtud, porque en ella está encerrado más de lo que algunos pueden pensar. Para lo cual es de saber que el mayor impidimento que tenemos para bien vivir es la corrupción de la naturaleza que nos vino por el pecado, de la cual procede una grande inclinación que tenemos para el mal, y una grande dificultad y pesadumbre para el bien. Y estas dos cosas nos hacen dificultoso el camino de la virtud, siendo ella de suyo la cosa más dulce, más hermosa, más amable del mundo. Pues contra esta dificultad y pesadumbre proveyó la divina Sabiduría de convenientísimo remedio, que es la virtud y socorro de la devoción. Porque así como el viento cierzo esparce las nubes y deja el cielo sereno y descombrado, así la verdadera devoción sacude de nuestra ánima toda esa pesadumbre y dificultad y la deja entonces habilitada para todo bien: porque esta  virtud de tal manera es virtud, que también es un especial don del Espíritu Santo, un rocío del cielo, un socorro y visitación de Dios, alcanzado por la oración, cuya condición es pelear contra esta dificultad, despedir esta tibieza, dar esta promptitud, alumbrar el entendimiento, esforzar la voluntad, causar hastío del mundo y aborrecimiento del pecado, y dar al hombre por entonces otro fervor, otro espíritu y otro esfuerzo y aliento para bien obrar.

Fray Luis de Granada, Obras Completas t. XIV, F.U.E. Madrid 1997, p. 119-120