miércoles, 24 de mayo de 2017

San Mateo, apóstol

        Pues con este espiritu, con este mismo afecto san Mateo llevó a los publicanos y amigos al Señor, para que atraídos con su conversación y convivencia, dejando la codicia y las ganancias terrenas, siguieran al Señor por su ejemplo y se hicieran partícipes de la misma felicidad y gracia. Y esto es lo que manda el Señor en el Apocalipsis, cuando dice: El que oye, diga: ven (Ap 22, 17). Esto también es lo que él indicó en la fábrica del tabernáculo, cuando mandó unir sus cortinas entre sí, de modo que la una trajera a la otra (Ex 26, 3). Y esto se hace en la Iglesia, cuando aquel que está encendido en el amor divino, se esfuerza en inflamar a los otros y atraerlos a Cristo. 


Fray Luis de Granada, Obras Completas t. XLIII, F.U.E. Madrid 2004, p. 222-225

Transcripción y traducción de Donato González-Reviriego