Illustrissimo
et Reverendissimo Monsignore, Padrone mio col.mo: L’andata ch’io ho fatta in
Portugallo a licentiarmi da Sua Maestà m’è stata gratissima occasione di conoscere
il famoso et molto venerando Padre Fra Luigi di Granata, che certo è successo
con tanta mia consolatione di animo quanta io non potrei facilmente esprimere.
Et quello di che particolarmente ho sentito contentezza è stato l’haverlo
scoperto tanto devoto del nome et della persona di Vostra Signoria
Illustrissima. Della quale, dopo havere passato quel ragionamento in buon
proposito che conveniva, egli nel partirme da lui mi consegno l’alligata opera
di monsignore arcivescovo di Braga[1], dicendome che questa è cosa nuova, et degno parto del felice
spirito di quel Prelato; et che per questo, essendo questa delle prime (copie)
che siano uscite, voleva che fosse anche delle prime a comparire nelle mani di
V.S. Ill.ma, incaricandomi strettamente a dovergliela presentare. Io godetti
infinitamente di così affectuoso pensiero, et dopo date le debite gratie
per parte di lei, accetai il carico di portaglieLa. Ma, perche la venuta mia
potrà tuttavia andarsi trattenendo più tempo di quello ch’io stimo, con tuto
che fra quattro giorni io sia per uscire di Madrid alla volta di Barcelona, ho
pensato esser meglio inviarla il volumetto con l’ordinario per mezzo di
monsignore di Lodi, mio successore, aciochè V.S. Ill.ma tanto più presto possa
godere questo nuovo frutto.
Spero che le verrà a buon recapito,
et cosi essendo la supplico humilmente di farnedar conto al padre fra Luigi, così per la sua satisfattione come
per discarico mio. Et perche con favore di Dio con mio ritorno m’avicionerò
(sic) più al servitio di V.S. Ill.ma, qui non dico altro se non che prego Dio
che le conceda ogni prosperità e contento, et le bacio humilmente le mani.
Di Madrid, li 6 di marzo 1582
Di V.S. Ill.ma et Revd.ma
humilissimo et devotisimo
Il vescovo di Piacenza
(Sobrescrito:) All’Ill.mo et Revd.mo
Signor mio et padrone col.mo Monsignor il cardinale di Santa Prassede. Milano
TRADUCCIÓN:
Ilustrísimo y Reverendísimo
Monseñor, Señor mío cultísimo: El viaje que hice a Portugal para licenciarme de
Su Majestad me brindó la gratísima ocasión de conocer al famoso y muy venerable
Padre Fray Luis de Granada, lo cual ocurrió ciertamente con tanto consuelo mío
de ánimo cuanto no podría expresar con facilidad. Y de lo que en particular
sentí alegría fue de haberlo descubierto tan devoto del nombre y la persona de
Vuestra Señoría Ilustrísima. Al terminar la visita, tras haber transcurrido aquella conversación con el
buen propósito que convenía, él, cuando iba a marcharme, me entregó la obra
adjunta del monseñor arzobispo de Braga, diciéndome que es obra nueva, y digno
parto del feliz espíritu de aquel Prelado; y que por este motivo, siendo ésta
una de las primeras (copias) que han salido, quería que fuese también una de
las primeras en llegar a las manos de V. S. Ilma. Encargándome encarecidamente
de habérsela de presentar. Yo disfruté infinitamente de tan afectuoso regalo, y
después de haberle dado las debidas gracias de parte de usted, acepté el
encargo de traérsela. Pero, como mi vuelta puede que se demore más de lo que yo
quisiera, a pesar de salir dentro de
cuatro días de Madrid hacia Barcelona, he pensado que sería mejor enviarle el
pequeño volumen con el ordinario por medio de monseñor de Lodi, mi sucesor, a
fin de que V. S. Il.ma pueda disfrutar de este nuevo fruto mucho
antes.
Espero que le llegue correctamente,
y cuando así sea le suplico humildemente hacérselo saber al padre fray Luis, tanto para su satisfacción como para alivio mío. Y puesto que con el favor de
Dios a mi regreso me acercaré más al servicio de V. S. Ilma., no digo nada más aquí sino que
ruego a Dios que le conceda toda prosperidad y alegría, y le beso humildemente
las manos.
En Madrid, el 6 de marzo de 1582
De V. S. Il.ma y Rvdma. humildísimo
y devotísimo
El Obispo de Piacenza
(Sobrescrito)
Al Ilmo. Y Rvdmo. Señor mío y dueño cultísimo, Monseñor de Santa Práxedes.
Milán
Fray Luis de Granada, Obras Completas, t. XIX, F.U.E., Madrid 1998 p. 346-7
Traducción de Pascual Martínez
Ayala[2]