Queriendo, pues el Señor lavar los pies de Pedro, éste, que había visto y conocido con tantos milagros la gloria de su divinidad, atónito por el ejemplo de tan grande humildad, exclamó: Señor, ¿tú me vas a lavar a mí los pies? (Jn 13, 16)
Fray Luis de Granada, Obras Completas t.XXXVI, F.U.E. Madrid 2001 p. 254-5
Transcripción y traducción de Donato González Reviriego
No hay comentarios:
Publicar un comentario