Recostarse
en el pecho de Jesús
Pero ya que
os he hablado de la caridad de Juan, es razón que os diga algo sobre los frutos
y efectos de ella. Para esto es necesario que me estéis muy atentos todos
cuantos os abrasáis en el fuego y deseo del amor divino. Y entre estos frutos
el principal al parecer es aquel mismo que acaeció al mismo Juan: a saber,
recostarse en el pecho de Jesús. Porque es un indicio de una familiaridad y
dilección no común y vulgar recostarse sobre el pecho de otro. Porque a esto no
se atreve ninguno que no tenga con el otro una muy estrecha amistad. ¿Y qué es
recostarse en el pecho de Jesús? ¡Oh, si ahora el mismo Juan, que se recostó en
este pecho nos declarara el misterio de esta mística teología! Yo, que tan
distante estoy de esta gracia singular, ¡qué cosa cierta y segura os podré
decir en este asunto?. Sin embargo, me esforzaré todo lo posible por alegaros
algunos lugares de las Santas Escrituras para explicación de este misterio.
FRAY LUIS DE GRANADA, Obras
Completas t. XXXIX, F.U.E. Madrid 2003 p. 262-263
Traducido del latín
por Pedro Duarte, Ricardo Alarcón Buendía y Juan Manuel Conesa Navarro
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