CAPÍTULO V
Buscó lana y lino, y obró con el saber de sus manos.
No dice que el marido le compró
lino para que ella labrase, sino que ella lo buscó para mostrar que la primera
parte de ser hacendosa, es que sea aprovechada, y que, de los salvados de su
casa, y de las cosas que sobran y que parecen perdidas, y de aquello de que no
hace cuenta el marido, haga precio ella, para proveerse de lino y de lana, y de
las demás cosas que son como éstas, las cuales son como las armas y el campo
adonde descubre su virtud la buena mujer. Porque, ajuntando a esto ella su
artificio, y ayudándolo con la vela e industria suya y de sus criadas, sin
hacer nueva costa y como sin sentir, cuando menos pensare, hallará su casa
abastada y llena de riquezas…
Tres maneras de vidas son en las
que se reparten y a las que se reducen todas las maneras de viviendas que hay
entre los que viven casados; porque, o labran la tierra, o se mantienen de
algún trato y oficio, o arriendan sus haciendas a otros y viven ociosos del
fruto dellas. Y así, una manera de vida es la de los que labran, y llamémosla
vida de labranza; y otra la de los que
tratan, y llamémosla vida de contratación; y la tercera de los que comen de sus
tierras, pero labradas con el sudor de los otros, y tenga por nombre vida
descansada.
Bolso, sombrero y tapete ('Al Hilo Al Lío') |
Chal azul ('Al Hilo Al Lío') |
A la vida de labranza pertenece,
no sólo el labrador que con un par de bueyes labra su pegujar, sino también los
que con muchas yuntas y con copiosa y gruesa familia, rompen los campos y
apacientan grandes ganados[1].
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