LA TIERRA
Mas entre los beneficios de la tierra es muy
señalado el de las fuentes y ríos que de ella manan, y la humedecen y
refrescan. Porque así como el Criador repartió las venas por todo el cuerpo
humano para humedecerlo y mantenerlo, así quiso él también que este gran cuerpo
de la tierra tuviese sus venas, que son los ríos, los cuales corriendo por
todas partes, la refrescan y humedecen, y nos ayudan a mantener, criando peces
y regando nuestros sembrados.
Maravilloso paisaje de Nueva Zelanda. Foto Pier Llamas |
Y porque en
muchas partes faltan fuentes y ríos, ordenó la divina Providencia que toda la
tierra estuviese empapada en agua, porque de esta manera cavando los hombres,
supliesen con los pozos la falta de las fuentes.
Aguas claras y bravas. Foto Pier Llamas |
Mas ¿quién no
se maravillará aquí del origen y principio de do manan estos ríos y fuentes?
Vemos en muchas tierras apartadas de la mar, salir debajo de una peña viva un
gran brazo, y a las veces un buey de agua.
¿De dónde, pues, nace esta agua? ¿Cómo corre siempre, invierno y verano, de una
manera? ¿Qué abismo es aquél tan copioso que siempre tiene que dar, y en tantos
mil años nunca se agota? Si decís que se hace del aire que está en las
concavidades de la tierra, como sea verdad que de diez partes del aire se haga
una de agua, ¿Qué tanta cuantidad de aire será menester para que de ahí salga
perpetuamente el río Nilo, o el Danubio, o Eufrates, o nuestro Guadalquivir,
aunque bien sé que otros ríos que con éstos se juntan, ayudan a su grandeza,
mas todavía son ellos y otros semejantes ríos grandes en su nacimiento.
Río en Taupo, Nueva Zelanda. Foto Pier Llamas |
Fray Luis de Granada, Obras Completas, t. IX, F.U.E. Madrid 1996, p. 98-99
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