Mas el mismo filósofo en el Compendio de la filosofía que escribió a
Alexandre, aunque algunos dudan ser este libro suyo, hablan más claro de la
Providencia, donde refiere una cosa memorable. Porque cuenta él que una vez
rebosó el monte Etna una tan gran bocanada de fuego, que se extendió por todos
los campos y tierras comarcanas: y huyendo todos los mozos a gran priesa, como
los viejos no pudiesen huir, hubo algunos hijos tan leales a sus padres, que
tomándolos sobre sus hombros, huían con ellos. Mas no pudiendo darse tanta
priesa por la carga que llevaban, finalmente los hubo de alcanzar la apresurada
llama. Entonces Dios agradándose de aquella fe y lealtad de los buenos hijos para
con sus viejos padres, hizo que se dividiese y apartase la llama en dos partes,
para que diese lugar y paso seguro a los virtuosos mancebos con sus padres.
Esta historia refiere Aristóteles en el
sobredicho libro, en la cual no sólo confiesa la divina Providencia, sino
también los milagros que sobrepujan toda la facultad de naturaleza.
Fray Luis de Granada, Obras Completas, t. IX, F.U.E. Madrid 1996, p. 306
Fray Luis de Granada, Obras Completas, t. IX, F.U.E. Madrid 1996, p. 306
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