He aquí, dice ella, la
esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Siempre suele ser
familiar a la divina gracia la virtud de la humildad: porque Dios resiste a los
soberbios, y a los humildes da su gracia. Y por esto humildemente responde,
para que así se apareje silla conveniente a la divina gracia. He aquí dice, la
esclava del Señor. ¡Qué humildad ésta tan alta que no se deja vencer de las
honras, ni se engrandece con la gloria!
¡Escógela Dios por madre, y ella pónese nombre de esclava!. No es por cierto
pequeña muestra de humildad en medio de tanta gloria no olvidarse de la
humanidad. No es grande cosa ser humilde en las bajezas, pero muy grande y muy
real ser humilde en las grandezas.
Hágase, dice, en mí,
etc. Esta palabra, hágase, es palabra
significativa del deseo que la
Virgen tenía de este misterio: o es palabra de oración, que
pide lo que le prometen: porque Dios quiere que le pidan lo que Él promete. Y
por ventura por esta causa promete cosas de las que quiere dar, porque con la
promesa se despierta la devoción, y así merezca la devota oración lo que Él
quería dar de gracia. Todo lo sobredicho es de san Bernardo[1].
Lo último considera cómo en el punto que la Virgen dijo aquellas
palabras, He aquí la esclava del Señor,
hágase en mí su voluntad, en ese mismo encarnó Dios en sus entrañas,
obrándolo el Espíritu Santo, a quien señaladamente se atribuye esta obra:
porque fue obra de inestimable bondad y amor, que son los atributos del
Espíritu Santo. Mas ¿quién podrá aquí explicar las grandezas y maravillas que
en este punto fueron obradas en aquellas entrañas virginales, y quién podrá
declarar los sentimientos y afectos y resplandores que sintió aquel purísimo
corazón con aquella nueva entrada del Hijo y del Espíritu Santo, del Hijo para
encarnar, y del Espíritu Santo para obrar este tan grande misterio, que con tan
excelentes dones y acrecentamientos entraron en su alma?.
Esto quede ahora en silencio para la devota
inquisición y consideración del alma religiosa.
Fray
Luis de Granada, Obras Completas, t.
XXI , F.U.E. Madrid 1999, p. 327
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