LIBROS
Fray Luis de Granada es considerado con toda justicia[1], uno
de los más altos prosistas de la lengua española; es, plenamente, lo que todos
entendemos por un clásico no sólo de la literatura en lengua española, sino de
la espiritualidad. Homo legens
publica ahora su Guía de pecadores,
en edición y notas de Ignacio Arellano, catedrático de la Universidad de
Navarra. Fray Luis de Granada destaca en el desarrollo de la ascética y la mística
del siglo XVI. La mística constituye la cima de la vida espiritual y requiere
un entrenamiento, una serie de prácticas y ejercicios que permitan alcanzarla:
a esto lo llamamos ascética. Esta guía
de pecadores va recorriendo los distintos aspectos de la virtud y del vicio;
enseña a practicar la virtud y a escapar de los vicios; y lo hace sirviéndose
de ejemplos, mostrando los efectos y las consecuencias, los sosiegos e
inquietudes, para convencer y persuadir al lector y mover su ánimo hacia la
virtud, aportando los remedios más oportunos para enfrentarse a los pecados.
Fray Luis de Granada, en pleno siglo XVI, se consagra, especialmente en esta
obra, como uno de los directores espirituales del Siglo de Oro español. Se
conocen dos versiones de la Guía de pecadores: la primera sale en
Lisboa en 1556-57; es un texto relativamente breve que Fray Luis había ideado
como apéndice para su Libro de la oración.
Está concebida como un complejo de textos doctrinales, a la manera de un manual
de conducta cristiana.
La segunda Guía
que está reeditada por Homo Legens, aparece en Salamanca en 1567 y, como el
propio autor reconoce, ‘responde a la
regla de vida cristiana’. Pocos servicios mejores que éste pueden hacerse,
en esta hora, tanto a la literatura como a la espiritualidad cristiana.
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