Y para dar a
Vuestra Señoría Reverendísima cuenta de mí, tengo agora acabados dos libros de
mucha escritura. Uno es Silva locorum communium, que es de todas las materias
predicables. Y el modo de él podrá Vuestra Señoría colegir de un pedazo que de
esta materia está en el tercer tomo de los Sermones antes de la Ascensión. Y
entremetí estas materias allí, que venían a propósito de las rogaciones,
desconfiando de tener espacio de vida para acabar el libro que de estas materias
trataba, porque a lo menos aquel pedazo se lograse. Mas nuestro Señor por su
bondad me dio más vida de lo que cuidaba, y así pude acabar este libro.
El otro es la Introducción del símbolo
de la fe, repartido en cuatro partes principales, en que se trata de los
principales misterios de nuestra fe, y señaladamente del admirable misterio de
nuestra Redención; y en la tercera de estas partes se prueba por testimonio de
los profetas y por las obras que se siguieron en el mundo después de la venida
de nuestro Salvador, desterrando la idolatría y trayendo a los hombres al
conocimiento del verdadero Dios (como estaba profetizado) por el verdadero Mesías
prometido en la Ley.
Esta parte es para los que se convierten a nuestra santa fe del judaísmo cada día, y para confirmación de los ya convertidos -para confirmarlos en la fe cuando están flacos-, de que hay mucha abundancia en este reino de Portugal. Por lo cual el Cardenal Inquisidor General de España (D. Gaspar de Quiroga) dice que este libro era necesario para este reino, como él me lo significó por sus letras[1]. También creo que servirá para los que están firmes en la fe, porque proficiant de fide in finem firmiorem. Este libro está también acabado, y placerá a nuestro Señor que presto venga a manos de V. Ill.ma Señoría.
Fray Luis de Granada, Obras Completas, t. XIX, F.U.E. Madrid, 1998, p. 89
Esta parte es para los que se convierten a nuestra santa fe del judaísmo cada día, y para confirmación de los ya convertidos -para confirmarlos en la fe cuando están flacos-, de que hay mucha abundancia en este reino de Portugal. Por lo cual el Cardenal Inquisidor General de España (D. Gaspar de Quiroga) dice que este libro era necesario para este reino, como él me lo significó por sus letras[1]. También creo que servirá para los que están firmes en la fe, porque proficiant de fide in finem firmiorem. Este libro está también acabado, y placerá a nuestro Señor que presto venga a manos de V. Ill.ma Señoría.
Fray Luis de Granada, Obras Completas, t. XIX, F.U.E. Madrid, 1998, p. 89
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