viernes, 21 de diciembre de 2018

La Eucaristía

  

Canto para la comunión

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DEL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA, QUE ES DE LA SAGRADA COMUNIÓN


   Después del sacramento de la 
penitencia convenientemente se sigue el de la Eucaristía: porque sin preceder la penitencia de nuestros pecados, indignamente nos llegaremos a la santa Eucaristía. La cual nos acrecienta la gracia que ya alcanzamos, y nos hace más ciertos de la remisión de los pecados, y nos arma contra las tentaciones, y nos inflama y provoca a verdadera inocencia de vida.

FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XXI, F.U.E. Madrid 1999 p.151

Transcripción de José Luis de Almeida Monteiro; Traducción del portugués al español de Justo Cuervo


jueves, 20 de diciembre de 2018

Juan el Bautista

        Cuando advierte este santo varón que se acerca el final de su vida, desde la cárcel envía  a dos de sus discípulos al Señor para decirle: ¿Eres tú el que ha de venir o esperamos a otro? (Mt 11, 3). Ved en esta frase, dicha en griego, el empleo que se hace del artículo: ¿Tú eres aquel que ha de venir?; lo cual le da un énfasis especial, dice Teofilacto (Cf. THEOPHILACTUS, Super Mathaeum, 11, 3: PG, 123, 247); es como si dijera: ¿No eres tú aquel que anunciaron los profetas, que cantaron las sibilas, y los patriarcas representaron en figuras, el deseado por todos los siglos, el único del que pendían la fe y los votos de todos los santos?. ¿Eres tú el que ha de venir para aplacar a Dios, redimir a los hombres, instaurar los tronos de los ángeles, reprimir el poder de los demonios, a que las puertas del cielo, cerradas, se vuelvan a abrir y a destruir las moradas infernales?.




FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XXIV, F.U.E. Madrid 1999 p. 283

Transcripción y traducción de Ricardo Alarcon Buendia

martes, 4 de diciembre de 2018

Adoración del Cordero Pascual 'Catedral de Córdoba'

 
 
Altar de la Catedral




Detalle del 'Cordero Pascual'
                                                                                            
 
        Como el fundamento de nuestra salud sea el conocimiento y amor de nuestro Salvador, toda la ley y los profetas y todas las Escrituras santas están siempre mirando a él. Por eso no se  contentó el autor de ellas, que es el Espíritu Santo, con que muchos de los santos patriarcas lo representasen en sus personas, sino quiso también que todos los sacrificios fuesen imagen y figura de aquel sumo sacrificio que se había de ofrecer en la cruz. Entre los cuales el primero y más celebrado y más lleno de misterios es el del cordero pascual.
 
FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XI, F.U.E. Madrid 1996, p. 209