lunes, 30 de diciembre de 2019

Visión contemplativa del mundo



URBANO ALONSO DEL CAMPO, Vida y Obra de Fray Luis de Granada, ed. San Esteban, Salamanca 2005 p. 289

sábado, 28 de diciembre de 2019

Fray Luis de Granada y Portugal




JUAN JOSÉ GALLEGO SALVADORES, Fray Luis de Granada y Portugal, en Actas del V Centenario, CajaSur, Córdoba 2005 p. 109-110

viernes, 27 de diciembre de 2019

Mensaje ecologista: alteración climática



JOSÉ MARÍA BALCELLS, Mensaje ecologista de Fray Luis de Granada, en Actas del V Centenario, Caja Sur, Córdoba 2005 p. 103

jueves, 26 de diciembre de 2019

Sermones de la Circuncisión



FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XXV, F. U. E. Madrid 2000 p. 235

Transcripcion y traducción de Ricardo Alarcón Buendía

Sermones de Navidad: Poemas al Nacimiento de Jesús





FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XXV, F. U. E. Madrid 2000 p. 142-143
Transcripción y traducción de Ricardo Alarcón Buendía

martes, 17 de diciembre de 2019

El Bautista vivió la pobreza



Nota 31: Lc 7, 25
Nota32: Cf. S. GREGORIO MAGNO, Homiliae in evang. PL. 76

FRAY LUIS DE GRANADA
Obras Completas t. XXIV, F.U.E. Madrid 1999 p. 329
Transcripción y traducción por Ricardo Alarcón Buendía

miércoles, 4 de diciembre de 2019

Sermones de Adviento: La bondad encerrada en el corazón divino


Nota 11: S. FULGENCIO, De Nativitate Christi, sermo 2,6: PL 65,728

Nota 12: Tm I 3,16

FRAY LUIS DE GRANADA Obras Completas t. XXIV, F. U. E. Madrid 1999 p. 155-157

Transcripción y Traducción de Ricardo Alarcón Buendía

martes, 3 de diciembre de 2019

Sermones de Adviento: Nombres de Cristo



FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XXIV, F.U.E. Madrid 1999 p. 128-129 (Is 42, 6-7)

Transcripción y Traducción por Ricardo Alarcón Buendía

viernes, 29 de noviembre de 2019

martes, 26 de noviembre de 2019

Sermonario para los predicadores



6. ISIDORO CLARIO, In evangelism secundum Lucam, Venetiis 1565, f. 1r.


FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XXIV, F. U. E. Madrid rid 1999 p. 28-29
Transcripción y Traducción de Ricardo Alarcón Buendía


domingo, 24 de noviembre de 2019

Al Príncipe D. Enrique: Sermones de Tiempo






FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XXIV, F. U. E. Madrid 1999 p. 19-23
Transcripción y Traducción de Ricardo Alarcón Buendía

viernes, 22 de noviembre de 2019

El orégano



CONOCER LAS PLANTAS MEDICINALES, ed.Oasis Barcelona 1994 p. 7

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FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t IX, F. U. E. Madrid 1996 p. 150-1

jueves, 17 de octubre de 2019

miércoles, 16 de octubre de 2019

martes, 15 de octubre de 2019

Teresa de Jesús 'nada te turbe'






TERESA DE JESÚS, Karmel impulse



FRAY LUIS DE GRANADA. Obras Completas t. XIX, F. U. E. Madrid 1998 p. 377

sábado, 12 de octubre de 2019

Los árboles



FRAY LUIS DE GRANADA, Canto a
la Naturaleza, selec. de URBANO ALONSO DEL CAMPO, Universidad de Granada 1991 p.  50

viernes, 11 de octubre de 2019

miércoles, 9 de octubre de 2019

lunes, 7 de octubre de 2019

Fray Luis de Granada 'Manual de oraciones y espirituales ejercicios'




FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. III, F.U.E.  Madrid 1994. Estudio realizado por A. Llamas y varios autores

ABRAHAM SERRANO, Impresor (www.encuadernacionesserrano.com)


Los Manuales el pequeño y el grande

jueves, 3 de octubre de 2019

Fco. Javier en el archipiélago de Islas coralinas




PEDRO MIGUEL LAMET, El aventurero de Dios, La esfera de los libros, Madrid 2006  p. 534

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FRAY LUIS DE GRANADA, Canto a la Naturaleza, selec. por Urbano Alonso del Campo, Universidad de Granada 1991, p. 37

sábado, 21 de septiembre de 2019

Sígueme






FRAY LUIS DE GRANADA,  Obras Completas t. XLIII, F. U. E. Madrid 2004 p. 198-203
Traducción de Donato González - Reviriego

miércoles, 19 de junio de 2019

Mete tu mano en mi costado


       De cuanto llevamos expuesto se comprende la duda o tardanza de los discípulos y, sobre todo, la de Tomás en creer en la resurrección de Cristo hasta que vieron con sus ojos las cicatrices. Nunca jamás había ocurrido una cosa igual. Pero el Señor, compadecido de esa incredulidad, que no provenía de malicia, sino de ignorancia, la curó apareciéndoseles de nuevo a los ocho días, esta segunda vez estaba Tomás. Y después del saludo: La paz esté con vosotros, se acercó a Tomás y le dijo: Mete aquí tu dedo y mira mis manos (Jn 20, 27), etc. En esto el Señor se comportó con el discípulo de la manera que aquellos que quieren comprar una joya  que el mercader pone en almoneda, y le pone un precio mayor del que vale: al cabo, abonan el precio que el mercader quiere. ¿Por qué? Porque están prendados de la joya y la quieren llevar a cualquier precio. Era justo que Tomás creyera que el Señor había resucitado, pues lo atestiguaban los demás discípulos. Pero porque no creyó, el Señor misericordiosamente hizo lo que hizo. Imagino que le dijo: Oh Tomás, era justo que creyeses por el testimonio de tus condiscípulos. No quisiste. Pues aquí tienes el testimonio evidente: Mete aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae la tuya, y métela en mi costado. Y no seas incrédulo.

FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XXXII, F.U.E. Madrid 2001 p. 220-3
Traducción, edición y notas de Álvaro Huerga

Se hace nuestra comida

         
     Con este ejemplo vemos claramente lo que decíamos al principio, lo propio que es del verdadero amor desear ser uno con aquel al que se ama ardientemente. ¿Qué os puedo decir, hermanos? ¿Cómo oso comparar las cosas humanas con las divinas? Mas en verdad no podemos negar que el Señor nos dio en este sacramento divino de su cuerpo la prueba suprema de amor, cuando se dignó unirse con nosotros, y permanecer y habitar en nosotros, y hacerse nuestra comida. ¡Oh prueba admirable del amor divino, testimonio supremo de la divina caridad; o bondad y clemencia encomiable, de la que emanó tanta fuerza de amor!

      
FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XXXV, F.U.E. Madrid 2002 p. 344-5
Traducción del latín por Ricardo Alarcón Buendía
 
 

lunes, 17 de junio de 2019

Conocimiento que viene de la caridad

        Una vez, que a nuestro padre santísimo Domingo, porque hablaba muy bien de las cosas divinas, se le preguntó que dónde había aprendido aquella notable doctrina, contestó que en el libro de la caridad. Ella es, en efecto, la más excelente maestra de la doctrina espiritual.
        Este conocimiento que viene de la caridad es tan excelente que ningún otro saber, dice san Juan, si carece de ella, merece el nombre de conocimiento: Quien no ama, no conoce a Dios (Jn I 4, 8). ¿Por qué otra razón, hermanos, pensáis que confesamos en el Credo que por boca de los profetas habló el Espíritu Santo? Pues aunque las obras de la santísima Trinidad son indivisibles, hablar y enseñar parecía más propio del Hijo, que es la palabra y la sabiduría del Padre, que del Espíritu Santo, pues al verbo corresponde hablar y a la sabiduría enseñar. Y así es, en verdad. Pero hay una razón por la que se atribuyen al Espíritu Santo las palabras de los profetas, y es que Él es amor; y este amor es agudísimo para entender las cosas divinas y elocuentísimo para explicarlas. Si pudo san Bernardo decir con verdad que la devoción es la lengua del alma, ¿por qué no decir mejor que la lengua del alma es el amor divino?
 
FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XL, F.U.E. Madrid 2003 p. 54-5
Traducción del latín por Ricardo Alarcón Buendía y Álvaro Huerga Teruelo

jueves, 9 de mayo de 2019

viernes, 26 de abril de 2019

El perdón

        Esfuérzate, si es preciso, en perdonar siempre a quienes te ofendan, desde el primer instante, ya que, por grande que sea el perjuicio o la ofensa que te hagan, más te ha perdonado Dios a ti.
JOSEMARÍA ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, ed. Rialp, Madrid 1993 p. 132
                                                           *************************
                                                                 QUINTA PETICIÓN
        El principal impedimento que podíamos tener para no alcanzar lo que tenemos pedido a nuestro Padre Celestial, o ya que alguna cosa alcanzásemos, para no poseerlo ni gozar con su bendición, sería tenerlo enojado y estar fuera de su gracia. Por esto en esta quinta petición pedimos que perdone nuestras faltas y pecados: que esto es lo que por deudas hemos de entender aquí. Nuestra flaqueza es muy grande, nuestro esfuerzo muy flaco; de aquí viene que son muy continuas estas caídas, y si por alguna de ellas, o por muchas que fuesen, la misericordia divina cerrase la puerta, ¿quién habría tan justo que escapase de ser condenado? El Redentor del mundo nos dice que pidamos perdón de nuestros pecados y deudas; luego es señal que siempre está la puerta abierta para quien de verdad lo pidiere. Juntamente con esto nos enseña que sólo el perdón del eterno padre nos libra enteramente de los pecados y nos absuelve de las deudas: porque no hay en el mundo quien nos pueda dar carta de libertad de tal deuda sino Él. Y si este perdón no tuviésemos, no podíamos hacer cosa que bastase para que dejásemos de ser deudores. Llamámosle perdón suyo y no paga nuestra, porque si en estas tales deudas fuésemos tratados con rigor de justicia y no con blandura de misericordia, Él quedaría justo, y nosotros deudores y condenados. Con esta misma petición somos amonestados a penitencia y a memoria de nuestros pecados y a que conozcamos cuán abominable cosa es ofender a tal Señor y tal Padre, y que con grande y firme propósito de enmendar lo por venir pidamos perdón del pasado. Somos juntamente avisados de las flaquezas cotidianas y caídas de pecados veniales, y de la necesidad  que tenemos de continua oración. Dice más: Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Dura cosa sería y grande desprecio de la Majestad divina que le pidiésemos que perdonase nuestras grandes culpas y ofensas, y que no perdonásemos nosotros a nuestros hermanos las leves que de ellos podíamos recibir: porque en comparación de las otras, no pueden dejar de ser muy leves.

FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XXI, F.U.E., Madrid 1999 p. 56-59; Transcripción del texto portugués de José Luis de Almeida Monteiro, Traducción al español de Justo Cuervo.



martes, 23 de abril de 2019

Al Lector

          Antes de comenzar a tratar el misterio del Domingo de Resurrección, oh ingenuo lector, me place saludar este día sacratísimo tan repleto de alegría y gozo con estos bellísimos versos de Lactancio Firmiano, que podrán suscitar en tu alma no poca alegría espiritual.

  SALVE, oh día de fiesta, digno de veneración por toda la eternidad,
  en el que Dios vence al infierno, y domina los astros.
  Las horas brillan adornadas con flores alegres,
  y el firmamento aparece más luminoso.
  El curso del cielo conduce más alto al sol, arrojador de fuego,
  que sale errante del Océano, y en las aguas acaba.
  Recorriendo radiante los mares, 
  en esta breve noche despliega el día en el mundo.
  La región del éter ofrece un aspecto límpido y sereno,
  y las brillantes estrellas muestran su alegría.
  La tierra veraz produce sus dones con diversos cultivos.
  Cuando el año goza de buena primavera, recoge cosecha abundante,
  Las delicadas violetas visten de púrpura el campo,
  los prados se cubren de verdor, la vegetación luce exuberante.
  Poco a poco brota la policromía resplandeciente de las flores.
  Todas las praderas ríen ya floridas.
  Una copiosa mies brota de la simiente escondida en la arada,
  que promete poder saciar el hambre del labrador.
  La palmera destila su alegría de la corteza del tronco solitario,
  la vid produce agua ahora, de donde dará vino,
  La yema túrgida que sale de una suave pelusilla de la corteza
  del tronco del árbol, prepara el seno para dar su fruto.
  El bosque, que durante el invierno ha rehusado la cabellera
  de las hojas, renueva ya la frondosidad de sus copas.
  La abeja, fabricadora del panal de miel, a partir de ahora,
  alejándose de la colmena y zumbando sobre las flores,
  arrebata la miel con sus artejos.
  Las aves vuelven al canto de nuevo, pues mostrándose a éste
  más reacias, permanecieron mudas en el frío invierno.
  A partir de ahora, el ruiseñor adapta los registros musicales
  a sus flautas pastoriles, y se hace más dulce que el aura
  con el eco de su melodía.
  He aquí que la gracia del mundo que renace atestigua
  que todos los dones han vuelto con su Señor;
  Pues a Cristo triunfante de los tristes infiernos,
  en todas partes le aplauden: el bosque con sus hojas,
  las praderas con sus flores.
  Venciendo las leyes del infierno, la luz, el cielo, los campos
  y el mar alaben debidamente a Dios.
  He aquí que el Dios que había sido crucificado reina en todo,
  y todas las criaturas suplican al Creador...

                                                              Lactancio Firmiano

FRAY LUIS DE GRANADA, Obra Completas t. XXXII, F.U.E. Madrid 2001 p. 18-21;
                                        
                                             ***************************

                                                         AD LECTOREM

Priusquam dominicae resurrectionis mysterium tractarem incipiam, candide lector, libet hanc sacratissimam diem alacritatis et gaudii plenissimam, pulcherrimis his Lactantii Firmiani[1] carminibus salutare, quae non parum spiritualem animi tui laetitiam excitare poterunt. 



     SALVE, festa dies toto venerabili aevo,
     qua Deus infernum vicit, et astra tenet.
     Tempora florigero rutilant distincta sereno,
     et maiori poli lumine porta patet.
     Altius igni uomum solem coeli orbita ducit,
     quae vagus Oceanas exit, et intrat aquas.
     Armatus radii, elementa liuentia lustrans,
     hac in nocte brevi tendit in orbe diem.
     Splendida sincero producunt aethera vultu,
     laetitiamque suam sidera clara probant.
     Terra ferax vario fundit munuscula cultu,
     cum bene vernarit, reddit et annus opes.
     Mollia purpureum pingunt violaria campum,
     prata virent herbis et micat herba comis.
     Paulatim subeunt stellantia lumina florum,
     floribus arrident gramina cuncta suis.
     Semina deposito late seges exilit arvis,
     spondeus agricolae vincere posse famem.
     Caudice deserto lachrymat sua gaudia palmes:
     unde merum tribuat dat modo vitis aquam.
     Cortice de matris tenera lanugine surgens,
     praeparat ad partum turgida gemma sinum.
     Subque hyemis tempus foliorum crine refuso,
     iam reparat viridans frondea texta nemus.
     Constructura favos apis hinc alvearia linquens,
     floribus instrepitans poplite mella rapit.
     Ad cantus revocatur avis, quae carmine clauso
     pigrior, hyberno frigore muta fuit.
     Hinc philomela suis atemperat organa cannis,
     fitque repercusso dulcior aura melo.
     Ecce renascentis testatur gratia mundi,
     omnia cum domino dona redisse suo.
     Namque triumphanti post tristia tartara Christo,
     undique fronde nemus, gramina flore favent.
     Legibus inferni oppressis, super astra meantem
     laudent rite Deum lux, polus, arva, fretum.
     Qui crucifixus erat, Deus ecce per omnia regnat.
     Dantque creatori cunsta creata precem.
 





[1] Non Lactantii Firmiani, sed Venantii Honorii, CLEMENTIANI FORTUNATI: PL. 7, 287-288

Traducción de Álvaro Huerga

miércoles, 10 de abril de 2019

Admirable es vuestro nombre

        De todas estas maravillas está llena, Señor, la tierra, la mar y los aires, por donde con tanta razón exclama el Profeta Real: Señor nuestro, ¡cuán admirable es vuestro nombre en toda la  tierra! (Sal VIII, 10). Y por esta misma causa dice que en todo este mundo, dende el principio donde el sol sale, hasta el fin donde se pone, es el nombre del Señor digno de ser alabado, porque todas las cosas que vemos en él nos dan copiosa materia de su alabanza.
 
FRAY LUIS DE GRANADA, Introducción del Símbolo de la fe, ed de José María Balcells, Bruguera, Barcelona 1984 p. 125

martes, 2 de abril de 2019

'La Agonía del Crucificado'

                             

                             SONETO

Pender de un leño, traspasado el pecho,
Y de espinas clavadas ambas sienes,
Dar tus mortales penas en rehenes
De nuestra gloria, bien fue heroico hecho

Pero ¿qué fue nacer en tanto estrecho
Donde para mostrar en nuestros bienes,
A dónde bajas, y de dónde vienes,
No quiere un portalillo tener techo.

No fue esta gran hazaña, oh gran Dios mío!,
Del tiempo, por haber la helada ofensa
Vencido en tierna edad, con pecho fuerte;

Qué más fue sudar sangre, que haber frío,
Sino porque hay distancia más inmensa
De Dios a hombre, que de hombre a muerte.
                     
Luis de Góngora 'A Cristo en la Cruz'

GODOY NIN DE CARDONA, JOSÉ, La Agonía del Crucificado, ed. Agrupación 'Santa Agonía', Torre Pacheco 2005 p. 89

               
              ************************
          Ánima mía, ¿qué haces Corazón mío?, ¿Qué piensas? Lengua mía, ¿cómo has enmudecido? ¿Cuál corazón no revienta, cuál dureza no se ablanda, qué ojos se pueden contener de lágrimas, teniendo delante de sí tal figura? Oh dulcísimo Salvador mío, cuando yo abro los ojos, y miro este retablo tan doloroso, ¿cómo no se me parte el corazón de dolor? 


FRAY LUIS DE GRANADA, Libro de la Oración y Meditación, edición de Fray Justo Cuervo Madrid 1906 vol. II p. 234-5; Citado por Mª IDALINA RESINA RODRIGUES, Fray Luis de Granada y la literatura de espiritualidad en Portugal (1554-1632), Universidad Pontificia de Salamanca y F.U.E.Madrid 1988 p 191

martes, 26 de marzo de 2019

Fray Fernando Aporta O.P.

          El Fraile granadino, un clásico de nuestra literatura y autor ascético místico -sus obras versan sobre toda la gama de la vida espiritual-, sigue impactando a los cultivadores del buen gusto literario y a cuantos buscan encontrarse con el rostro y el mensaje directo de los maestros espirituales del siglo XVI.
 
FRAY FERNANDO APORTA, Fray Luis de Granada hacia los altares

jueves, 14 de febrero de 2019

Carta a Carranza

        La amargura de aquellos larguísimos días, confortado sólo con la oración propia y con la compasión de los amigos, la refleja en una carta a Carranza. Se la envió en mano, no por la posta ordinaria. Y se olvidó poner la fecha. Yo conjeturo que la escribió el 25 de julio de 1559. Ese día, o días después, da igual. Lo importante es el contenido: una página autobiográfica; un grito de escritor que se resiste a que lo pongan en la picota, no tanto por sí cuanto por el escándalo del prójimo; un retrato del talante de don Fernando de Valdés; un eco del pavor colectivo; un firme propósito de no rendirse; en fin, un desahogo de angustia vital. La comparte con el amigo, sin saber que a éste le rondan peores augurios. He aquí, al pie de la letra, la carta:
 
        Reverendísimo y Ilustrísimo señor: 'Gratia et paz Christi'
        No se ha ofrecido hasta agora cosa nueva que escribir a Vuestra Señoría Reverendísima, y por eso aguardé a la vuelta de este padre para escribir con él. Yo llegué aquí bueno, y luego fui al Arzobispo [de Sevilla e Inquisidor General, don Fernando de Valdés], y hállele todo lleno del espíritu de aquel padre [-Melchor Cano], y así todas sus palabras y pareceres en él, 'praesertim' que el negocio estaba ya concluido, y el 'Catálogo [de libros prohibidos]' dado al impresor, y todas las obras de fray Luis de Granada prohibidas en él. De manera que a no venir yo acá, 'actum erat de negocio prorsus'. Agora hay esperanza de algún remedio, a lo menos de que me dejará reformar el 'Libro de oratione' a su gusto, y que así lo pasara; aunque de esto no hay palabra del Arzobispo...
 
ÁLVARO HUERGA, Fray Luis de Granada, B.A.C. Madrid 1988  p. 143-144

miércoles, 13 de febrero de 2019

Su afán de leer

        Su afán de leer nunca se apagó. La lectura es el pan de su hambre intelectual. ¿Cuántos libros, qué libros leyó en su larga vida? El elenco de autores que maneja es asombroso (J. MARIETA, Historia de la vida del Padre y célebre maestro fray Luis de Granada, ed. Sebastián de Cormellas al Call, Barcelona 1604, f.. 2v-3v). Y de todos los colores. Los modernos le tren un mensaje fresco, pero tal vez un poco ácido. Nuestro corazón es como un molino que nunca para y siempre muele aquello que echan en él: si trigo, trigo; y si cebada, cebada (Obras II, 301). La acotación es válida especialmente para la molienda de los libros. A fray Luis le censurarán haberse situado en vanguardia de las corrientes espirituales peligrosas. Mas no sería justo encasillarle a carga cerrada en el vanguardismo. Selecciona sus lecturas. Y da la preferencia a dos: Biblia y Santos Padres, pues no tenemos otra lumbre, ni otra verdad en esta vida, sino la de la Escritura divina y de los Santos Padres y doctores que la declaran (Obras I, 262).
 
ÁLVARO HUERGA, Fray Luis de Granada, B.A.C. Madrid 1988 p.79

viernes, 1 de febrero de 2019

Purificación de la Virgen María

        CUARTO SERMÓN
 
EN QUE, TRAS UNA BREVE EXPOSICIÓN DEL TEXTO EVANGÉLICO, SE EXPLICA LA LEY DE PURIFICACIÓN DICTADA EN OTRO TIEMPO POR EL SEÑOR
TEMA: Cumplido el tiempo de la purificación de  la madre, según la ley de Moisés, los padres llevaron el niño a Jerusalén (Lc 2, 22)
        Si alguien pregunta a un hombre justo, lleno de amor a Dios, qué desea más en esta vida, responderá seguro: ante todo la amistad, la gracia de Dios y el perdón de todos mis pecados. Si alguno de vosotros, hermanos, tiene este mismo deseo, hoy recibirá, con la ofrenda de Cristo Señor, un gran consuelo; porque en este día el Señor se une a los pecadores, es ofrecido a Dios Padre con ellos y rescatado para su beneficio, para hacerlos partícipes, con este acto de obediencia y de humildad grande, de su propia redención. Así lo dice el Apóstol: Que Dios envió a su Hijo revestido de una carne semejante a la del pecado (Rm 8, 3). Que envió Dios a su Hijo sujeto a la ley, para redimir a los que estaban debajo de la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos (Ga 4, 4-5).
        Ambas cosas se cumplen hoy para nuestra salvación: el Señor inocentísimo se somete a la ley del Padre, y es ofrecido y rescatado con los pecadores, para salvar a los pecadores. Esta esperanza les consuela hoy.
FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XXXIX, F.U.E. Madrid 2003 p.424-427
Traducción de Pedro Duarte, Ricardo Alarcón Buendía y Juan Manuel Conesa Navarro.
Edición y notas: Álvaro Huerga

jueves, 24 de enero de 2019

El entusiasmo de San Francisco de Sales


        Para lograr este afecto de caridad, por el que la predicación se hace creíble y eficaz, ayuda sobremanera el estudio de la oración y contemplación, en la cual contempla nuestro entendimiento las cosas espirituales y divinas[1]. De tal manera que como el fuego prende con facilidad en la leña seca, mas no así en la verde y húmeda, así los predicadores aplicados al estudio de las cosas divinas y de devoción fácilmente, como la leña seca, se inflaman en el fuego de la devoción y amor con el cual encienden los ánimos de los oyentes; mas los que no tienen devoción, como la leña húmeda, ni a sí mismos se encienden, ni pueden encender a los demás[2].
        La palabra hablada y la palabra escrita, ambas avaladas por una vida ejemplar, fueron las herramientas que Granada manejó para dar gloria a Dios y transmitir a los hombres el mensaje de salvación traída por Jesús...
        Fue nombrado Predicador General y ejerció servicios dentro de la Orden como Prior conventual y Prior Provincial. Cargos que no le impedirían su itinerancia en la predicación. Concretamente en Portugal, en el Alentejo y la diócesis de Évora, predicaría incansablemente, alentando la acción evangelizadora misionera, formando sacerdotes y animando la Universidad pastoral, al estilo de la de Baeza. Fr. Luis perpetuó su predicación a través de sus escritos. Todos ellos están empapados de su espiritualidad, y nos ofrecen un testimonio inmejorable de su visión de la vida cristiana. El entusiasmo que mostraron hacia su obra santos como Carlos Borromeo, Juan de Ribera o Francisco de Sales, nos hablan de lo certero de la empresa realizada por el granadino, que no sólo aportó con su doctrina, sino que además enseñó a otros a elaborar sus propias reflexiones adecuadamente.
NICASIO E. MARTÍN RAMOS, La espiritualidad de Fray Luis de Granada, Actas del V Centenario, ed. por CajaSur, Córdoba 2005 p. 79-80
 
                                                         *******************

        Las personas devotas vuelan en Dios frecuente, pronta y altamente. En fin, la devoción no es otra cosa sino una agilidad y vivacidad espiritual, por medio de la cual la caridad ejercita sus acciones en nosotros, y nosotros por ella obramos pronta y aficionadamente; y como pertenece a la caridad el hacernos guardar los mandamientos de Dios, general y universalmente pertenece también a la devoción el hacer que los guardemos pronta y diligentemente.

SAN FRANCISCO DE SALES, Introducción a la vida devota, ed. Palabra, Madrid 2014 (10ª) p. 35

Traducción del francés por Francisco de Quevedo Villegas, publicada en Madrid año 1634

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 





[1] FRAY LUIS DE GRANADA Obras Completas t. XXII, F:U:E: Madrid p. 107
[2] Id. p. 115