jueves, 22 de junio de 2017

El verdadero orador

           El aspecto emocional y espiritual -espíritu divino, divino fervor- constituye un elemento esencial en la configuración de la idea que tiene el padre Granada del predicador verdadero.
           ¿Para qué entonces las reglas, la normativa, toda esa profusa y prolija Retórica que escribe el propio fray Luis? El padre Granada no es un voluntarista, ni se deja impresionar por la exaltación enfermiza del sentimiento o la falsa y alegre belleza descriptiva. Su sensatez, experiencia vivida y profundidad espiritual hará, con sus consejos y normativas de la Retórica, que estas encuentren su lugar adecuado. Las reglas de la retórica no pueden ser un obstáculo ni constituir una dificultad para el objetivo que se persigue; para ello han de trascenderse a sí mismas, de ahí que se precise la experiencia personal y la obligada limitación de su uso. Fray Luis clarifica con fina matización una vez más este problema: cuando el ánimo, con la costumbre y el ejercicio, se ha adaptado a las reglas, dentro de ellas, se mueve con entero desenfado y libertad. La inspiración no se violenta con la normativa; al contrario, canaliza su fuerza y virtualidad.
          Ni el auténtico escritor, ni el verdadero orador se improvisan. Esta empresa es ardua y exige un largo ejercicio. Fray Luis pasará a dar unos elementales, pero sapientísimos consejos, a los jóvenes predicadores. El orador -dirá fray Luis- trazará, al principio, las grandes líneas de su discurso. Luego irá dando contenido y forma a sus ideas a lo que debe añadirse obligadamente la inspiración y fuerza interior.

Urbano Alonso del Campo, Vida y obra de fray Luis de Granada, S. Esteban 2005, p. 287

domingo, 4 de junio de 2017

El Espíritu Santo descendió sobre los discípulos


TEMA:


De repente sobrevino del cielo un ruido, como de viento impetuoso que soplaba (Hch 2, 2)

        Aunque la fiesta sacratísima de hoy, queridos hermanos, parezca corresponder sólo a los discípulos del Señor, que recibieron en este día las primicias del Espíritu, no se nos excluye a nosotros en modo alguno de participar en ella, pues el Espíritu Santo, que hoy descendió sobre ellos, lo hizo de forma que mientras dure el mundo estará también con nosotros. Lo confesamos diariamente en el símbolo de la fe, al decir que creemos en la santa Iglesia y en la comunión de los santos.
        Confesamos que en el mundo hay un congreso de hombres piadosos y santos, entre los que el Espíritu Santo eligió su domicilio y aposento, para que siendo él su guía y fortaleza, apartadas y despreciadas todas las cosas terrenas como vanas y perecederas, tengan puestos y fijos todo su amor, su fe y su felicidad sólo en Dios, por cuya gloria y obediencia estén siempre dispuestos no sólo a rechazar estas cosas terrenas sino a dar incluso la sangre y la vida.


Fray Luis de Granada, Obras Completas, t. XXXIV, F.U.E. Madrid 2002, p. 168-169


Transcripción y traducción de Ricardo Alarcón Buendía

Façase tua vontade na terra, assi como se faz nos ceos

       E porque a vinda deste reino consiste em que o que Deos tem mandado se cumpra, segue-se logo a terceira petiçam em que dizemos: Façase tua vontade na terra, assi como se faz nos ceos. Esta vontade he aquella que elle tem notificada per sua palavra y a que quis que seu unigenito Filho y Redentor nosso nos preegasse, pera que fazendo nos aquillo que elle diz que quer, alcançemos os benes y herança que nos tem prometido. E porque pera isto ha tanta fraqueza y contradiçam em nos, pedimos-lhe humilmente, que pois nos de nossa natureza somos cegos y errados, elle por sua infinita bondade y misericordia encaminhe nossa cousas, enderece nossos coraçoês de tal maneira que se cumpra sempre sua vontade y o que nos tem mandado y que por seu unico filho nos revelou, o qual tudo he pera gloria sua y proveito nosso.

Fray Luis de Granada, Obras Completas t. XXI, F.U.E. Madrid 1999, p. 48-49

Transcripción del texto portugués de José Luis de Almeida Monteiro; Traducción al español de Justo Cuervo

sábado, 3 de junio de 2017

Nuestro pan de cada día dádnoslo hoy


        Pues, oh padre celestial, danos hoy este pan, para que agora y en todo tiempo lo poseamos. Acordaos, Señor, que vuestro Hijo llama este pan cuotidiano (Lc 11, 3), y nos manda que lo pidamos hoy. Decidnos pues, oh buen Jesú, ¿por qué tanto os apresuráis a estar con nosotros, que nos mandáis pedir para hoy, y no esperáis para mañana? ¿Qué habéis visto en nosotros, por donde estáis tan embriagado de nuestro amor, que no queréis esperar por mañana? Si así os costriñe el amor que nos tenéis, que no queréis alargar el plazo de vuestra venida, sino que luego queréis estar con nosotros, no ganando vos en esto nada, ¿cuánto, más nosotros, que somos vilísimos gusanos, y que tanto ganamos con vos, debríamos apresurarnos a estar con vos, sumo bien nuestro, espejo sin mancilla y alegría de los ángeles?. 

 Fray Luis de Granada, Obras Completas t. V, F.U.E. Madrid 1995, p. 383

Transcripción del texto portugués de José Luis de Almeida Monteiro; Traducción al español de Justo Cuervo

Perdonadnos nuestras deudas

        Y pues vos, Señor, recibísteis ya tan grande satisfacción de nuestras deudas con la sangre de vuestro Hijo, y nos mandáis pedir este perdón, perdonadnos todas nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a nuestros ofensores.  ¡Oh dichosa ofensa, oh bienaventurada deuda, la cual después de perdonada merece ser alegada en el juicio de Dios para nuestro perdón!
        Por lo cual no nos debíamos entristecer cuando los hombres nos ofenden, persiguen y hacen todo mal, antes nos debíamos alegrar y desear las tales cosas, porque perdonando estas ofensas, más fácilmente podemos alcanzar perdón. Y no hay que dudar sino que esta alegación que aquí nos enseña nuestro mismo juez y abogado, debe ser de gran precio delante de él. Por lo cual de buena grana sufría el rey David los denuestos y injurias de Semeí que le maldecía, porque entendía cuánto esto le valía para reconciliarse con Dios.    

 Fray Luis de Granada, Obras Completas t. V, F.U.E. Madrid 1995, p. 385

Transcripción del texto portugués de José Luis de Almeida Monteiro; Traducción al español de Justo Cuervo


jueves, 1 de junio de 2017

Venga a nos el tu reino

        Esta petición está también llena de grandísima caridad para con nuestros hermanos y prójimos, pues que no solamente pedimos en ella que en esta vida reciban el espíritu del cielo, con que sean vasallos de este reino y sus almas sean libres de pena eterna y herederas del cielo, mas también pedimos que se llegue al cumplimiento del reino, por el cual sean libres de las miserias y trabajos de este mundo.


***********************

          Esta petiçam estaa tambem chea de grandissima charidade pera com nossos hirmaôs y proximos, pois que nam soomente pedimos nella que nesta vida recebam o spirito do ceo, com que sejam vassalos deste reino y suas almas sejam livres de pena eterna y heredeiras do ceo, mas tambem pedimos que se chegue o comprimento do reino, polo qual sejam livres das miserias y trabalhos deste mundo.

Fray Luis de Granada, Obras Completas t. XXI, F.U.E. Madrid 1999, p. 48-49

Transcripción del texto portugués de José Luis de Almeida Monteiro; Traducción al español de Justo Cuervo