Santa Rosa de Lima

         Al nacer, por voluntad de su abuela, le fue impuesto el nombre de Isabel, pero un día, cuando era pequeñita, al tomarla su madre en brazos le pareció que su rostro estaba tan encendido y era tan bello que parecía una rosa y dijo, acariciándola contra su corazón: "Hija mía, tú eres mi Rosa, Rosa venida del cielo y Rosa te llamarás para siempre"

JUSTO Y RAFAEL Mª LÓPEZ-MELÚS, El santo de cada día, Apostolado mariano, Sevilla p. 47-8

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                                                                    ORACIÓN

        Acordáos, ¡oh piadosísima Virgen María! del grande amor y celo con que Fray Luis de Granada predicó vuestras alegrías, dolores y triunfos, contenidos en los misterios del santo Rosario, y obtenednos del Señor la gracia de poder venerarlo pronto en los altares como modelo y protector de cuantos deseen dilatar el nombre de Jesús y vuestro en el mundo y escucha la súplica que deseamos el mismo Siervo de Dios te encomiende a favor nuestro. Amén, Dios te salve...

Fray Luis de Granada, camino de los altares, Sesión de Clausura del Proceso de Canonización, Granada 27 de octubre 1997