sábado, 17 de julio de 2021

José María Gómez Durán

 De la hormiga


Después de aquella general pérdida y desnudez que nos vino por aquel común pecado, el principal remedio que nos quedó fue la esperanza en la divina misericordia, como lo significó el Profeta cuando dijo: «En paz dormiré y descansaré seguro, porque tú, Señor, singularmente pusiste mi remedio en tu esperanza». esforzar esta virtud tenemos muchos y muy grandes motivos (de que no es ahora tiempo de tratar), mas entre éstos no pienso que mentiré si dijere que no poco se esfuerza esta virtud con la consideración de las habilidades admirables que el Criador dio a un animalillo tan despreciado, tan vil y tan inútil como es una hormiguilla, la cual, cuanto es más pequeña, tanto más declara el poder de quien tales habilidades puso en cuerpo tan pequeño. Porque primeramente, siendo verdad que los otros animales comúnmente no tienen más cuenta que con lo presente, porque alcanzan poco de lo futuro y de lo pasado, como dice Tulio, pero este animalillo, a lo menos por la obra, siente tanto de lo que está por venir, que se provee en el verano (como vemos) para el tiempo del invierno. Lo cual pluguiese a Dios imitase la providencia de los hombres 

FRAY LUIS DE GRANADA, Introducción del Símbolo de la Fe, I Parte, Cap. XVIII

Fuente: Internet, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: Obras Completas t. IX, F.U.E. Madrid 1996

JOSÉ MARÍA GÓMEZ DURÁN, blog en Internet:

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