viernes, 8 de enero de 2016

Amar y sevir a Dios

DE DOS COSAS QUE HA DE PRESUPONER EL QUE SE DETERMINA SERVIR A DIOS
        
        Pues el que de nuevo se determina de ofrecer al servicio de nuestro Señor, la primera cosa que le conviene hacer, es que sienta bien desta nueva profesión que toma y la estime en lo que ella merece ser estimada; entendiendo, lo que es suma verdad, que esta es la mayor empresa, la mejor jornada, la mayor cordura, el mayor tesoro, la mayor sabiduría, y el mayor bien y mayor negocio de cuantos hay en el mundo; antes que ni hay otro bien que sea verdadero bien, ni otro negocio que sea negocio, sino éste que es fin de todos los bienes y de todos los negocios; pues, como dice el Salvador, una sola cosa es necesaria, que es amar y servir a sólo Dios. Y lo mismo entendió Salomón en aquellas últimas palabras con que dió fin a su Eclesiastés diciendo: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es todo hombre; quiere decir, este es todo el ser y todo el bien del hombre, y para esto fué criado el hombre; y todo lo que sale de aquí, es lo que dijo al principio deste libro, vanidad de vanidades y todo vanidad.

Fray Luis de Granada, Guía de pecadores, ed. Molino 'Colecc. Literatura clásica', Buenos Aires 1942, p.72.

Biblioteca de don Antero (Fot. Juana Díaz)

Libro procedente de la Biblioteca de don Antero García Martínez, presbítero, miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, y de la Real Academia de la Historia, de Madrid.

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