viernes, 17 de marzo de 2017

Padre nuestro

        Pues este gloriosísimo nombre nos debe convidar a amar este Padre, y a esperar en Él, darle gracias por sus beneficios, y acudir a Él en todos nuestros trabajos, y tomar húmilmente como de su mano los castigos, y buscar y procurar en todo su gloria, y servirle con espíritu de hijos y no de siervos, quiero decir, por quien Él es, y por lo que Él merece, y no por miedo ni por interese. Pues a todo esto nos convida y nos obliga el derecho y título de este nombre, el cual nos ganó Cristo con sus merecimientos, que siendo único hijo de Dios por naturaleza, hizo otros muchos hijos por gracia. Digamos pues con santa y humilde osadía: Padre nuestro que estás en los cielos. Dice aquí Padre nuestro, porque llamar a Dios Padre mío singularmente a solo Jesucristo nuestro redentor conviene, porque Él solo es hijo natural, y nosotros adoptivos. A nosotros nos conviene llamarle Padre nuestro, porque todos somos de una misma manera hijos suyos iguales en una adopción, y en esta palabra nuestro, es avisado el hombre con qué caridad y humildad ha de orar, no se diferenciando ni ensoberbeciendo sobre los otros hombres, pues confiesa que son hermanos suyos y que todos son hijos de un mismo padre.

*************************


Catecismo de Segundo Grado, Texto Nacional, Imprenta Héroes, Madrid 1965

         Pois este glorissimo nome nos deve convidar a amar este pae y a esperar nelle y dar-lhe graças por seus beneficios y acodir a elle em todos nossos trablhos y tomar humilmente como de sua mâo os castigos y buscar y procurar em tudo sua gloria y servi-lo com spirito de filhos y nam de servos, quero dizer, por quem elle he y polo que elle merece y nam por medo, nem por interesse. Pois a tudo isto nos convida y nos obriga o direito y titolo deste nome, o qual nos ganhou Christo com seus merecimentos, que sendo unico filho de Deos per natureza, fez outros muitos filhos per graça. Digamos, pois com sancta y humilde ousadia: Padre nosso que estaas nos ceos. Diz aqui Padre nosso, porque chamar a Deos padre meu, singularmente a soo Jesu Christo nosso Redentor convem, porque elle soo he filho natural y nos adoptivos. A nos convem chamar-lhe padre nosso, porque todos fomos de huma mesma maneira filhos seus igoses em huma adopçam y nesta palavra 'nosso' he avisado o homem com que charidade y humildade ha de orar, nam se differençándo, nem ensobervecendo sobre os outros homens, pois confessa que sam seus hirmâos y que todos sam filhos de  hum mesmo pae.


Fray Luis de Granada, Obras Completas t. XXI, F.U.E. Madrid 1999, p. 40-43

Transcripción del texto portugués de José Luis de Almeida Monteiro; Traducción al español de Justo Cuervo

No hay comentarios:

Publicar un comentario