domingo, 16 de julio de 2017

La piña

        Pero aún se descubre esta providencia en la guarda de otros frutos que están en mayor peligro, cuales son los de los árboles muy altos y ventosos, de los cuales algunos nacen en la cumbre de los montes, como son los pinos, cuya fruta no se lograría, si el Criador no le pusiera una tan fiel guarda como es la piña, donde con tan maravilloso artificio está el fruto en sus casicas abovedadas tan bien aposentado y guardado, que toda la furia de los vientos no basta para derribarlo.


Fray Luis de Granada, Obras Completas, t. IX, F.U.E. Madrid 1996, p. 110

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