viernes, 1 de febrero de 2019

Purificación de la Virgen María

        CUARTO SERMÓN
 
EN QUE, TRAS UNA BREVE EXPOSICIÓN DEL TEXTO EVANGÉLICO, SE EXPLICA LA LEY DE PURIFICACIÓN DICTADA EN OTRO TIEMPO POR EL SEÑOR
TEMA: Cumplido el tiempo de la purificación de  la madre, según la ley de Moisés, los padres llevaron el niño a Jerusalén (Lc 2, 22)
        Si alguien pregunta a un hombre justo, lleno de amor a Dios, qué desea más en esta vida, responderá seguro: ante todo la amistad, la gracia de Dios y el perdón de todos mis pecados. Si alguno de vosotros, hermanos, tiene este mismo deseo, hoy recibirá, con la ofrenda de Cristo Señor, un gran consuelo; porque en este día el Señor se une a los pecadores, es ofrecido a Dios Padre con ellos y rescatado para su beneficio, para hacerlos partícipes, con este acto de obediencia y de humildad grande, de su propia redención. Así lo dice el Apóstol: Que Dios envió a su Hijo revestido de una carne semejante a la del pecado (Rm 8, 3). Que envió Dios a su Hijo sujeto a la ley, para redimir a los que estaban debajo de la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos (Ga 4, 4-5).
        Ambas cosas se cumplen hoy para nuestra salvación: el Señor inocentísimo se somete a la ley del Padre, y es ofrecido y rescatado con los pecadores, para salvar a los pecadores. Esta esperanza les consuela hoy.
FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas t. XXXIX, F.U.E. Madrid 2003 p.424-427
Traducción de Pedro Duarte, Ricardo Alarcón Buendía y Juan Manuel Conesa Navarro.
Edición y notas: Álvaro Huerga

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