lunes, 9 de agosto de 2021

La hermosura del Creador

Pues todas estas hermosuras que vemos, y otras innumerables que no vemos, están por muy más excelente manera en el Criador. Porque, así como el maestro tiene en su entendimiento la ciencia que enseña a sus discípulos más perfectamente que ellos, así el que dio su hermosura a todas las criaturas visibles e invisibles, necesariamente ha de tener en sí por más excelente manera lo que dio a ellas, pues nadie da lo que no tiene. Y según esto, ¿cuál será la bienaventuranza de aquéllos que ven todas estas hermosuras en la facie de Dios, con otras infinitas que son propias suyas, que a ninguna criatura fueron comunicadas? Y si el apóstol San Pedro quedó tan alienado y tan fuera de sí cuando vio una sola centella de esta hermosura en la transfiguración del Señor, que arrebatado y como embriagado con la grandeza de aquella alegría no sabía lo que decía, ¿qué sentirán aquellas ánimas gloriosas cuando entren en el gozo de su Señor, y beban de aquel arroyo tan crecido de sus deleites? Y si la hermosura de alguna criatura, que no es más que un cuerecico blanco o colorado que parece por de fuera, basta muchas veces para trastornar el seso de un hombre, y para hacerle caer en cama, y a veces perder la vida, ¿qué os parece que obrará en aquellas ánimas gloriosas la vista de aquella infinita Hermosura de que todos éstos gozan? Dichosos por cierto los que aquí llegaren, pues gozarán de tales bienes, que ni ojos vieron, ni oídos oyeron, ni entendimiento humano puede comprender.

                          Pajaricos en palmeras

FRAY LUIS DE GRANADA, Introducción del Símbolo de la Fe, c. XXII - II, Del pavón 

Instituto Cervantes: Publicación: Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2004 

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