viernes, 5 de julio de 2013

La fe en la resurrección

¿Veis hermanos, con sólo este ejemplo como la fe en la resurrección ayuda a aliviar todos los males? Por esto con razón Plutarco se encara a Epicuro, quien sostuvo que el sumo bien estaba en el deleite, y no obstante eso eliminó la esperanza de la inmortalidad, que es el sumo consuelo de las personas piadosas en esta vida y el refugio firmísimo de todos los trabajos. Quitada esta esperanza, ese perturbador  maestro quitó de la vida toda materia de verdadero y sólido gozo.
            Y esta fe contribuye no menos a la promoción de la virtud que al alivio de los males. De aquí que el Apóstol, después de comprobar el misterio de la resurrección con muchas y válidas razones, anima a los fieles al trabajo de la piedad y de la justicia, con estas palabras: Así pues, hermanos míos muy amados, manteneos firmes, inconmovibles, abundando siempre en la obra del Señor, teniendo presente que vuestro trabajo no es vano en el Señor[1].



Fray Luis de Granada, Obras Completas, t. XXXII, F.U.E. Madrid 2001, p.  54-55

Traducción, edición y notas de Álvaro Huerga Teruelo



[1] Co I 15, 58

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