viernes, 5 de julio de 2013

Oración al Padre

                                                  A DIOS PADRE

           Me acojo a tus manos, Padre, pues soy todo tuyo, tuyo por tantos y tan justos motivos; tuyo porque me criaste y diste este ser que tengo; tuyo porque me conservas en él con los beneficios y regalos de tu providencia; tuyo porque me rescataste con la sangre de tu Hijo.
           Pues si por tantos títulos soy tuyo y si Tú, por tantos títulos eres mi Dios, mi Padre, mi Rey, Redentor y Librador, aquí te vuelvo a entregar vuestra hacienda, que soy yo: aquí me ofrezco por vuestro hijo, aquí te entrego las llaves y homenaje de mi voluntad, aquí me presento para que dispongas de mi como hacienda tuya. Me pongo en tus manos y me desposeo de mí, para que no sea ya mío sino tuyo, para que lo que es tuyo por justicia sea por mi voluntad.
           Mas ¿quién podrá, Padre mío, hacer nada de esto ni siquiera dar un paso sin tu ayuda? Por tanto, Padre mío, dame poder para hacer lo que mandas y, manda lo que quisieres. Acuérdate, Padre, que Tú mismo nos mandaste por tu divino Hijo: pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y os abrirán. Pues si Tú Padre, nos llamas, nos convidas y nos abres los brazos, para que nos alleguemos a Ti, ¿porqué no confiamos que nos recibirás en ellos? No eres Tú, Padre, como los hombres, que se empobrecen dando, y por eso se importunan cuando les piden. No eres Tú así; porque, como no te empobreces en lo uno, no te importunas en lo otro. Y por eso, pedirte no es importunarte sino obedecerte, pues tu mandas que te pidamos, y también que te honremos y glorifiquemos, porque con esto protestamos que Tú eres Padre y universal Señor y dador de todo. Y así también quieres, Padre mío, que te llame en el día de la tribulación, para que Tú me libres y yo te glorifique.
          Pues movido yo por este tan piadoso mandamiento, me llego a Ti y te pido tengas por bien darme todo esto que te debo, conviene saber: que así te adore, así te ame y reverencie, y así te alabe, así te de gracias por todos tus beneficios, así te ame con todo mi corazón, así tenga toda mi esperanza puesta en Ti, así obedezca a tus santos mandamientos, y así me ofrezca y coloque en tus manos, y así te sepa pedir estas y otras mercedes, como conviene para tu gloria y para mi salvación[1].





[1] FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas,  t. XIII, FUE, Madrid 1997; citado en el Boletín del Proceso de Canonización nº 28, Octubre-Diciembre 1998, p. 6

No hay comentarios:

Publicar un comentario