TEMA:
Pedid y recibiréis; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá (Lc. 11, 9)
La lectura del santo evangelio que
acabamos de oír nos recomienda el ejercicio y la perseverancia de la oración. A
esto nos exhorta el divino Maestro acicateándonos la confianza de impetrar lo
que pedimos. Algunos de sus discípulos le pidieron que les enseñara un modo de
orar, y no sólo les enseñó lo que pedían, sino también junto con el modo de
orar, la perseverancia en la oración, y la confianza en impetrar lo que pidan.
Estimulados los hombres con esta confianza, es decir, cuando están seguros de
la cosecha, piden con gusto y júbilo lo que desean. El Señor nos asegura que se
cumplirán nuestras peticiones, exponiendo la palabra del que pidió
insistentemente a un amigo a medianoche pan. Dice la parábola: ¿Quién de vosotros tiene un amigo, y va a él
a medianoche y le dice: amigo, préstame tres panes, porque me ha llegado un huésped
y no tengo pan para darle la cena, etc.?[1].
Fray Luis de Granada, Obras Completas, t.
XXXIII, F.U.E. Madrid
2002, p. 100-101
Traducción, edición y notas de Álvaro
Huerga Teruelo
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