jueves, 9 de junio de 2016

Fray Luis de Granada, el escritor de la Naturaleza

        Fray Luis es un cantor enamorado de la naturaleza. Un recreador literario y místico de la hermosura contemplada y vivida con ternura de niño y veneración de anciano. Y desde la embriaguez del paisaje se levanta, en vuelo de águila, hasta Dios, Hacedor de todo lo creado:...¿qué es todo ese mundo visible, exclamará Fray Luis entusiasmado, sino un grande y maravilloso libro que vos, Señor, escribisteis y ofrecisteis a los ojos de todas las naciones, así de griegos como de bárbaros, así de sabios como de ignorantes, para que en él estudiasen todos, y conociesen quién vos érades? ¿Qué serán luego todas las criaturas de este mundo, tan hermosas y acabadas, sino como unas letras quebradas e iluminadas, que declaran el primor y la sabiduría de su autor? ¿Qué serán todas estas criaturas sino predicadoras de su hacedor, testigos de su nobleza, espejos de su hermosura, anunciadoras de su gloria, despertadoras de nuestra pereza, estímulos de nuestro amor, y condenadoras de nuestra ingratitud (Obras, V, 36).
        Fray Luis cuando escribe, ora; y ora contemplando la naturaleza. En su contemplación del paisaje hay un diálogo interior que se hace eco y cae como cascada refrescante y limpia a través de su pluma. Su espíritu reposa en la contemplación de las obras de Dios en el mundo, y el alma asciende de la creación a Dios y retorna desde la luz y el agua viva del Creador a la naturaleza, como espejo de su hermosura, derramándose sobre los hombres, objeto privilegiado del amor tierno y cercano de Dios.

La Alhambra (Fot. Hotel Vincci&News)

Urbano Alonso del Campo, Vida y obra de Fray Luis de Granada, ed. San Esteban, Salamanca 2005, p. 305

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