domingo, 16 de junio de 2013

Lectores de la obra de fray Luis de Granada

En la actualidad el mayor lector e investigador de la obra luisiana es sin duda Álvaro Huerga Teruelo, autor de la biografía Fray Luis de Granada. Una vida al servicio de la Iglesia[1], y coordinador de la magna edición de sus Obras Completas[2].

Anteriormente Justo Cuervo editó la mayor parte de la obra en 14 volúmenes como Obras de Fray Luis de Granada[3]. Y José Joaquín de Mora editó en tres tomos las Obras del V.P.M. Fr. Luis de Granada,[4]. Antonio Trancho hace una importante selección siguiendo el orden de la Suma teológica de Santo Tomás de Aquino, denominando Obra Selecta. Una Suma de la vida cristiana[5], a la compilación de los textos del dominico.

Maximino Llaneza reúne la Bibliografía del V. P. M. Fr. Luis de Granada de la Orden de Predicadores[6], que completa posteriormente Antonio García del Moral, entre otros, en Fray Luis de Granada. Panorama Bibliográfico[7].

L. A. Getino defiende que es Fray Luis de Granada, el autor más leído en el mundo[8].

Pedro Laín Entralgo se presenta en la Academia de Medicina como académico con un discurso sobre la anatomía del hombre en fray Luis, que le permite descubrir el valor de La antropología en la obra de fray Luis de Granada[9].

Ramón Robres Lluch estudia sus relaciones con san Juan de Ribera y san Carlos Borromeo a través de las  cartas que se intercambian[10].

Pedro Sainz Rodríguez lo menciona en su Introducción a la historia de la literatura mística en España[11].

Marcel Bataillon analiza la génesis de su obra y sus influencias en Erasmo y España[12].

Completamos el panorama de estudiosos, por citar solamente algunos, con José Martínez Ruiz Azorín quien compara a los dos grandes escritores de la literatura española renacentista fray Luis de León y fray Luis de Granada en Los dos Luises y otros ensayos[13], y comenta la importante obra retórica del orador sagrado en De Granada a Castelar[14].

Entre los dominicos, casi todos son lectores, comentadores y continuadores de la obra del Padre Granada, podemos nombrar a Antonio García del Moral, a Urbano Alonso del Campo, organizadores del Congreso Internacional celebrado en Granada del 27 al 30 de septiembre de 1988, en el 4º Centenario de la muerte de fray Luis[15], y a los ponentes que intervinieron en el mismo. Podemos hablar también de Luis López de las Heras quien nos introdujo en el estudio de sus obras, de Vicente Cudeiro profesor en la universidad de Murcia, y de Mariano del Prado del Prado, organizador de las Jornadas Conmemorativas del V Centenario del nacimiento de Fray Luis de Granada[16], en Córdoba en el año 2004.


José María Balcells hispanista, editor de la Primera Parte de la Introducción del Símbolo de la fe, escribe que Fray Luis, partiendo de una concepción teleológica del mundo natural, atiende con preferencia a aquellos aspectos de la naturaleza que más ceritifican, por sus características, la grandeza, sabiduría, poder, bondad y providencia de Dios, así como la belleza divina, propiciando por esta vía la dimensión contemplativa del hombre[17].

La profesora portuguesa Mª Idalina Resina Rodrigues analiza la influencia de Fray Luis de Granada y la literatura de espiritualidad en Portugal (1554-1632)[18], haciendo una meritoria investigación. El conocimiento que se tenía del P. Granada en Japón ha sido descrito por la profesora Yoshimi Orii en 2009. Mientras que Henry Mechoulan se ha interesado por las influencias sobre los judíos holandeses del s. XVII, y José R. Fernández Suárez, por su parte, de la popularidad entre los ingleses.

La publicación de la obra entera de Fray Luis de Granada ha constituido una gran empresa en la que se ha honrado en participar la Fundación Universitaria Española:

            Decir unas pocas palabras sobre esa obra inmensa es difícil, muy difícil 'por sus obras los conoceréis'; pero la dificultad es llegar a conocer a Fray Luis de Granada a través de esa obra inmensa, gigantesca, para lo que hace falta también ser un gigante. Estas breves palabras de introducción no pueden ser más que  algo así como el humilde, sencillo acto de abrir la puerta a esa gran empresa.

Varios lectores han aceptado el reto de abarcar toda la obra: gran empresa, la de leer a un autor admirable por su producción. Los traductores, las personas que han publicado los Índices, los fieles cristianos que tienen entre sus devocionarios, en sus bibliotecas, las enseñanzas de fray Luis; y las mujeres, sean mozas de cántaro, mujeres de carpinteros, santas o reinas de Portugal, o no; los evangelizadores en tierras extrañas y lenguas diferentes. Todos ellos concuerdan en considerar al escritor como:

Un predicador, un hombre consagrado a comunicar la Palabra. Predicar es comunicar y comunicar es poner en común lo que uno tiene, lo que uno posee; su propio ser, su propio yo. Es un no estar solo, que no es bueno. La predicación es la comunicación de la Palabra, la que uno ha recibido y cultivado, es decir, la palabra cultivada y amada.

Esta es la opinión de Antonio Garrigues Díaz-Cañabate, Presidente del Patronato de la Fundación Universitaria Española al prologar la edición[19].

Son famosos lectores como Teresa de Jesús, quien recomendó la lectura de sus obras, fray Luis de León cuando se hallaba en la cárcel, para solaz de su alma pedía el 'Libro de la Oración y meditación'[20]; Juan de Ávila, Juan de Ribera, Carlos Borromeo, Francisco de Borja, Bartolomé Carranza, Melchor Cano, y otros muchos lectores tuvo en siglos posteriores, porque su llama no se ha apagado.

Fue traducido a las principales lenguas europeas de las que se conocen múltiples ediciones según los estudios de Antonio García del Moral, también en griego, en árabe, en chino, en japonés, en tagalo existen traducciones del Cicerón español. Del japonés escribe recientemente el P. Bayle, S. J.  en Razón y Fe: “Llena de santa ufanía ver, verbigracia, que la Guía de pecadores, del P. Granada, impresa en japonés, fue uno de los sostenes que mantuvieron  oculta y viva aquella cristiandad por dos siglos, cuando en Europa se la creía muerta”[21].

Las personas que colaboraron en los Índices del tomo LII y que leyeron página a página el denso contenido doctrinal de los tomos de la Obras Completas, constituyen un grupo variado de personas como: Ricardo Alarcón Llamas, Mª Isabel Llamas Inglés, Mª Luisa Alarcón Manzanera, Aurora Llamas Inglés, Carmen Arcas Ruano, Jaime Llorens Inglés. Ana Mª Blanco Inglés, Gonzalo Llorens Inglés, Eloísa Blanco Inglés, Francisco Martínez de Salazar, Fernando Blanco Inglés, Romualdo Mateos Ramos, Francisco de la Torre García, Concepción Núñez de Castro, Laureano Gómez Parra, Mª Carmen Ros Soriano, Guadalupe Gómez Parra, Aurora Silva Huertas, José Antonio González Feijoo, Manuel Jesús Soler Martínez, Ricardo Alarcón Buendía, Mª Luisa Horcajadas Rivero, José Teijón Fernández, Alejandro Llamas Inglés, Julia Urgel González. Otros nuevos lectores surgieron cuando celebramos las Jornadas sobre fray Luis en la UNED de Cartagena en diciembre de 2008, durante las mismas el profesor Álvaro Huerga Teruelo comentó las últimas novedades editoriales en relación con fray Luis; o cuando presentamos el libro de Fray Luis de Granada. Un escritor contemporáneo[22] donde intervinieron el bibliófilo Tomás Tauste, la especialista en retórica Mª del Mar Morata, el traductor de las cartas italianas, Pascual Martínez Ayala, y el profesor de literatura y poeta Joaquín Piqueras.

Los traductores de los sermones, los estudiosos de su obra retórica, los tratadistas de espiritualidad, son otros tantos lectores que continúan dando actualidad al futuro santo español. También podemos citar las bibliotecas que ofrecen, entre sus tesoros, los libros de este escritor, a lectores que consultan y admiran sus fondos.

Y los envíos de sus obras que libreros e impresores embarcaban para América, Asia, y otros lugares, donde todavía se recuerda a fray Luis. 

Confiamos, finalmente, en que la publicación de sus Obras Completas abra nuevas líneas de investigación entre quienes como lectores o hispanistas deseen conocer en profundidad al Padre Granada.





[1] BAC, Madrid 1988
[2] FUE, Madrid 1994-2008
[3] Fuentenebro, Madrid 1906-8
[4] Ribadeneyra en BAE nº 6, Madrid 1850
[5] BAC, Madrid 1947
[6] Establecimiento tipográfico de Calatrava, 1926-8, Salamanca, 4 vols
[7] Granada 1989
[8] El Debate, extraordinario de febrero 1934
[9] CSIC, Madrid 1946
[10] Antológica annua nº 8, 1960 p. 83-141; y nº 30-31, 1983-4 p. 45-208
[11] Voluntad, Madrid 1972; Espasa-Calpe, Madrid 1984
[12] Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires 1950
[13] Austral nº 420, Madrid-Buenos Aires 1946
[14] Austral, Madrid 1922
[15] Actas del Congreso, Universidad de Granada, Granada 1993
[16] Actas de las Jornadas, Cajasur, Córdoba 2005
[17] Fray Luis de Granada, Introducción del Símbolo de la fe, ed. Cátedra, Letras Hispánicas, Madrid 1989
[18] FUE y Universidad de Salamanca, Madrid 1988
[19] FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas, ed. FUE, Madrid 1994-2008
[20] Obra Selecta, BAC, Madrid 1947, p. XV-XXIV
[21] Obra Selecta, BAC, Madrid 1947, p. XXIII_IV
[22] Ediciones del Orto, Madrid 2009

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