martes, 15 de octubre de 2013

María Teresa Cervantes

                                                  ROSAS EN DICIEMBRE

         La semana pasada paseaba por la plaza de los Héroes de Cavite cuando me sorprendieron las espléndidas rosas rojas que se alzaban en los jardines de los parterres, y me acordé de la observación del historiador romano Plinio a quien habían admirado las rosas de Cartagena en invierno.


Plinio en el Parque Torres

         Hace frío, y pasa el tiempo muy rápido, nos parece. Y se siguen publicando libros de poesía, y haciendo homenajes a escritoras como Mª Teresa Cervantes. Nacida en Cartagena y poetisa.
      Se me va la mente a un conocido investigador, ocupado en estudiar la vida de los caribes americanos; antes ha editado la obra de fray Luis de Granada, y antes la biografía del santo varón, donde relata los años más fecundos de fray Luis escritor, éste, aunque temiera que el Señor no le diera espacio, ya tenía sobre la mesa su mayor obra La Introducción del Símbolo de la fe que, terminada en 1582, publica en Salamanca en 1583. Así lo cuenta el propio fray Luis:

         Nuestro libro, a Dios gracias, está ya impreso, y ha tardado tanto porque es mucha escritura. Ca es cuasi tanto como todos los otros libros que tengo escritos en nuestra lengua.

         Creo que la obra de un escritor nos da idea de lo que es, a mí me pasa algo parecido cuando veo la gran obra de María Teresa y la agilidad y facilidad con que publica libros en verso. Llega un momento en la vida, en que un poeta busca actividades más interesantes, y cambia de tercio. Cuando el poeta sigue escribiendo poesía en la madurez se convierte en un clásico, ¿no es así?.

Soldado y rosas en diciembre

         No soy escritora y admiro a quien escribe por la dificultad que eso supone. Y no hablo en broma.
      ¿Qué me impresiona de la poesía de Mª Teresa? Su substancia, su contenido, lo que dice. Es posible que como lectora la valore por aquello, precisamente, que a mí me dice. 
         No puedo remediar esta actitud, pues no soy un crítico, soy una amiga. Ella dice en estos versos sueltos:


     ‘y he vivido el milagro de sentirme’

     ‘que hace resucitar mis alegrías’

      ‘saberme caminando’

     ‘en el parto de mi madre’

     ‘La página que vivo’
     ‘No creo en paraísos’
     ‘Quiero seguir viviendo’

     ‘amo la tierra que piso’ 
     ‘le gustaba asomarse a ver la lluvia’
     ‘en silencio invocando belleza’
     ‘una plegaria’

     ‘mitifique el jardín bajo el sol de la tarde’


     ‘la nave, mar adentro’


     ‘la música que fulge en el silencio’

     ‘el aire de la noche nos penetra la vida’


     ‘en busca de quietud, de paz, de un aire limpio’

     ‘aquí las bellas margaritas’

     ‘del cosmos’

     ‘Mas se advierte una luz
     antes de que amanezca’

     ‘eternidad’

     ‘Concebida cual niña solitaria’
     ‘pudo ser su verdadero autor’


¿Nos podemos preguntar de donde mana su poesía?
¿Cuál es la fuente de dónde bebe?.

Ella nos dice que su poesía fluye del cosmos, que busca la eternidad, como niña solitaria advierte una luz que la conduce más allá, en busca de su Creador. Que desea el aire limpio, la quietud, la paz, las bellas margaritas. La noche estrellada la hace sentirse viva, y la música, y el silencio. Ama también la tierra, su tierra, y meterse mar adentro. No cree en los paraísos, pero invoca en su plegaria la belleza. Vive en el milagro la página de cada día, desde que su madre le dio el ser, camina por la vida llena de alegría, como en una resurrección.


Rosa en la Plaza de los Héroes de Cavite

         Es María Teresa como una de estas rosas que florecen en nuestra tierra en diciembre, rosas rojas, hermosas: Mitifique el jardín bajo el sol de la tarde, escribe Mª Teresa dorando su color.

Rosas sobre la Muralla del Mar



Aurora Llamas Inglés

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