martes, 29 de octubre de 2013

Difusión de la obra granadina

      La prosa de Fray Luis de Granada tiene una dimensión oratoria de estirpe ciceroniana moderada, llena de ritmo y color, abundante en las descripciones de un sorprendente realismo y un delicado sentido poético, sin que por ello prescinda del rigor conceptual aristotélico propio de la orden.

      La obra de Fray Luis de Granada gozó de una gran acogida en su tiempo. A las innumerables ediciones en español y portugués, hay que sumar las traducciones que, durante los siglos XVI y XVII, extendieron sus escritos por toda Europa. Así, por ejemplo, a lo largo de estos dos siglos, la Guía de pecadores fue traducida al italiano, al latín, al polaco, al griego y al francés; el Libro de la oración y meditación se tradujo al latín y al italiano; el Memorial de la vida cristiana se tradujo al alemán, al italiano y al francés; la Introducción del símbolo de la fe fue vertida al italiano, latín e incluso al japonés. Su presencia en Inglaterra también es notable. Posteriormente, el siglo XVIII valoró la limpieza y precisión de su prosa frente a los excesos barrocos. Ésta es la consideración que más extendidamente ha perdurado, la del prosista de altura, en detrimento, tal vez, de la dimensión espiritual de su escritura.

Juan Varo Zafra, Academia de Buenas Letras de Granada

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