lunes, 16 de noviembre de 2015

San Alberto

        Como sea que gran número de esos fragmentos contienen consideraciones morales y teológicas sobre los animales, se sigue que de Ambrosio proceden asimismo la mayoría de las ideas zoológicas edificantes del Símbolo, ideas que se extraen, en algunos casos, de otros bestiarios. Coherentemente con la extraordinaria utilización de Ambrosio, en una única oportunidad se cita a Alberto Magno del De Animalium Libri XXVI, y no extraña que apenas se sirva Fray Luis de esta obra naturalista, puesto que se concibió con metodología aristotélica, y así no se moraliza ni se hace teología en las descripciones de animales.

Fray Luis de Granada, Introducción del Simbolo de la fe; edición y prólogo de José María Balcells, en 'Letras Hispánicas' nº 296  de Cátedra, Madrid 1989 p. 61        

**********************

        De los perros dice Alberto Magno que cuando sienten en sí lombrices, se curan comiendo el trigo en berza (S. ALBERTO MAGNO, De animalibus, lib. VIII, tr. 2, cap. 2; Opera, vol. XI, París 1981, 434). Y el mismo dice que la cigüeña, sintiéndose herida se pone orégano en la llaga, y así sana. Por estos ejemplos entenderemos que el Criador ninguna enfermedad de animales dejó sin remedio, pues todas sus obras son acabadas y perfectas. Las comunes yerbas con que se curan los hombres, son agarico y ruibarbo: mas los animales para cada enfermedad tienen su propia yerba o medicina, porque esta variedad de remedios descubre más la sabiduría del Protomédico del mundo. Ni tampoco es cosa nueva, sino muy cuotidiana, buscar los gatos otras yerbas con que se purgan y alivian cuando se hallan cargados y dolientes.

Fray Luis de Granada, Obras Completas t. IX, F.U.E. Madrid 1996, p. 151

No hay comentarios:

Publicar un comentario