lunes, 18 de marzo de 2013

Traducciones: 1. Imitación de Cristo


      Pues ten una cosa por averiguada, que si te llegas a este libro con alguna atención y ganas de aprovechar, hallarás remedio para tu necesidad. De manera que muchas veces dirás: este capítulo que agora abrí, al propósito de lo que yo había menester ha hablado.
       Aquí, si fueres soberbio, hallarás palabras que te humillen. Si demasiadamente desconfías, y tienes alas del corazón, como dicen, caídas, aquí hallarás mucho esfuerzo. ¿Eres descontentadizo y congojoso, lleno de voluntad propia, madre de toda maldad y de todo trabajo?. Aquí  te enseñará a poner todas tus cosas en Dios y vivir un sancto descuido debajo de la confianza de aquel Señor que todo lo provee. Y así descuidado caes en el otro extremo, que es no poner diligencia en las cosas que conviene, aquí hallarás aguijones con que eches de ti aquel falso sosiego. Y si estás alegre demasiadamente, como muchas veces suele acaecer, lee aquí, y templarás tu alegría; y si triste, como más veces acaece, irás consolado de aquí. ¿Qué te diré? Sino que verás y sentirás aquí la grandeza de Dios, que mediante unas pocas de palabras da a entender cómo es todo en todas las cosas…
        Recibe, pues, este amigo, y nunca de ti lo apartes. Y después de leído, tórnalo a lees; porque nunca envejece, y siempre en unas mismas palabras entenderás cosas nuevas, y verás algún rastro del espíritu del Señor, que nunca se agota. Y goza a tu placer y con buena voluntad de esta dádiva que el Señor por su infinita bondad quiso darte, y con la cual yo te quise servir en te lo aclarar más que antes estaba.

Fray Luis de Granada, Obras Completas, t.  XVIII, F.U.E. Madrid 1998, p. 10-11

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