sábado, 4 de enero de 2014

Obras de fray Luis de Granada en portugués

   Las lenguas literarias de Fray Luis de Granada son el castellano, el latín y el portugués. Debemos recordar que fue en Portugal donde Fr. Luis escribió la casi totalidad de su obra. En tierras lusas descubre fray Luis su vocación de escritor, que hasta entonces sólo había preparado. También en Portugal fueron editados por primera vez algunos de sus libros más importantes en castellano: la primera Guía de pecadores (1556-1557), el Manual de oraciones (1557), o el Memorial de la vida cristiana (1565). En cuanto a la temática portuguesa en la obra de fray Luis, ésta es palpable en su epistolario y en las biografías de personajes portugueses que salieron de su pluma; además de las más conocidas sobre Fr. Bartolomeu dos Mártires y el cardenal-infante D. Henrique, escribió las de varias mujeres lusitanas: Sor Ana da Concepçâo, Elvira de Mendonça, Melícia Fernandes y Sor María da Visitaçâo. Esta especial vinculación del granadino con Portugal explica la difusión de su obra en las misiones del "Padroado portugués" y especialmente en Japón, donde fueron traducidos e impresos algunos de sus libros por parte de los jesuitas.
   Concretamente, y dejando aparte algunas precisiones que ofrecemos al final de este trabajo, en lengua portuguesa compuso el Compêndio de Doutrina Cristâ y los Treze sermôes, ambas obras reunidas en un mismo volumen que salió a la luz en la primavera de 1559, año especialmente significativo en la historia cultural y espiritual de España y también en la vida del propio P. Granada.
    Recientemente ambas obras han sido reeditadas dentro de las Obras Completas dirigidas por el profesor Huerga, repartidas en dos volúmenes [1]. El texto portugués original ocupa las páginas pares, mientras que la traducción al castellano realizada por Justo Cuervo aparece en las páginas impares.
  La primera cuestión que debemos explicar es el hecho llamativo de que Fr. Luis escribiendo casi todas sus obras en tierras lusas, sin embargo, utilizase tan poco en ellas la lengua portuguesa. Creemos que una clave importante nos la da Manuel López Muñoz cuando, en un reciente libro, estudia cómo las obras latinas de Fr. Luis son generalmente menos "espirituales" y se corresponden con el periodo que va desde la publicación del Catalogus librorum prohibitorum del inquisidor Valdés, en agosto de 1559 -que vedaba el Libro de la oración, la Guía de pecadores y el Manual de diversas oraciones-, hasta el breve papal de 1583 en el que se le da la plena aprobación a nuestro dominico: "Da la impresión de que el granadino se vuelca en la producción latina y no espiritual justo en los años en los que su ortodoxia está siendo puesta en duda -precisamente por los contenidos de sus libros en lengua romance-, como si con este doble distanciamiento quisiera demostrar inocencia de las acusaciones contra él vertidas”[2]. Sin embargo, debemos también recordar que en esos años el escritor dominico corrige algunas de sus obras anteriores, ofreciendo de ellas una nueva edición revisada.
     Otra clave –pensamos que más importante– viene dada por el bilingüismo lusocastellano reinante en Portugal, sobre todo en la segunda mitad del siglo XVI, al que ya nos hemos referido anteriormente. Ambos factores confluyen en su caso. Es posible que de no haber mediado la prohibición de Valdés, la persecución de Carranza, etc., hoy tendríamos más escritos de Fr. Luis en lengua portuguesa. Cuando a partir de 1583 el dominico andaluz perdió el miedo a volver a escribir en romance, la situación sociolingüística de Portugal había cambiado notablemente, entre otras cosas porque el rey era, desde 1580, Felipe II. Por todo lo dicho hemos de ceñirnos exclusivamente al Compêndio y a los Treze sermões únicas obras granadinas publicadas en portugués. Pero llegados a este punto hemos de comentar las dudas levantadas por Álvaro Huerga, quién se pregunta de este modo: “¿escribió el Compendio y los sermones en portugués? A mi leal opinión, no: los escribió en español, y se ayudó de algún correligionario nativo para traducirlos al romance lusitano. La consanguinidad del espíritu y de la lengua facilitaron el trabajo”[3]. Ciertamente todavía en el siglo XVI la semejanza entre las lenguas española y portuguesa era mayor que en la actualidad. Sin embargo, diez años después, el mismo Huerga señala: “Fray Luis escribió y publicó el Compendio de Doutrina Christã en portugués. En ese idioma es un clásico, es decir, una ‘autoridad’” (OC, XX, 482).
 Dicho lo cual, nos queda responder a la pregunta de por qué Fr. Luis compuso precisamente estas dos obras en portugués. La respuesta viene dada por los destinatarios. El predicador-escritor pretendía llegar a la gente del pueblo sin instrucción, a la que no siempre llegó el mencionado bilingüismo luso-castellano y ello a través de los curas que debían leerles el Compêndio y los Sermões. Y no hace falta insistir en la deficiente preparación del clero encargado de la cura de almas, tanto en Portugal como en España.

Eduardo Javier Alonso Romo, La obra portuguesa de Fray Luis de Granada
Cuadernos para investigación de la literatura hispánica Nº 29, 2004 , págs. 63-80




[1] FRAY LUIS DE GRANADA, Obras Completas, t. XX y XXI, F.U.E., Madrid 1998-9
[2] LÓPEZ MUÑOZ, MANUEL, Fray Luis de Granada y la Retórica, Almería, Universidad de Almería,
2000, p. 129.
[3] HUERGA TERUELO, ÁLVARO, Fray Luis de Granada. Una vida al servicio de la Iglesia, ed. B.A.C., Madrid 1988, p. 133; cf. p. 211.

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