domingo, 9 de marzo de 2014

Fray Luis traducido en Polonia

     La moda española en el vestir, algunas costumbres, el vino en las mesas de Polonia y, además de esto, la presencia de algunas palabras españolas en nuestra lengua fueron sólo síntomas superficiales y no condujeron a un interés claro por la literatura española. A pesar de que los embajadores, eclesiásticos y viajeros traían en su equipaje obras españolas, todas ellas permanecieron en el anonimato de las estanterías de las bibliotecas durante largo tiempo. Las primeras traducciones de obras españolas, salvo algunos casos excepcionales, aparecen en la segunda mitad del siglo XVI. Son los textos devotos y los de los grandes místicos españoles. Guía de pecadores de Fray Luis de Granada, fue traducida por Stanislaw Warszewicki (1570), quien contribuyó a la llegada de la Compañía de Jesús a Polonia. En la introducción de su versión dice que en Polonia no hay textos devotos para que los creyentes puedan profundizar su fe a través de la lectura y no apartarse de la ortodoxia en los tiempos del proselitismo de otras sectas. Las obras de Gracián, demasiado profanas, no eran convenientes para la política contrarreformista en Polonia. Hay que tener en cuenta que las autoridades de la Compañía miraban con recelo la obra del Padre Baltasar. Dado que su publicación coincidió con los ataques contra la Compañía es de entender que a los jesuitas de Polonia no les interesase la traducción de sus obras.
      Es significativo que la mencionada traducción de Fray Luis de Granada se hiciera de la versión italiana, probablemente la de Pietro Lauro Mondonese, con la que tiene muchas similitudes. Las tempranas traducciones del español al polaco se hacían del latín o del italiano, mucho más conocidos en Polonia. Sólo en el siglo XVIII empiezan a hacerse del francés y en el siglo XIX el alemán empieza a servir de base para las traducciones al polaco. Las traducciones directas del español se hacen sólo en el siglo XX. A pesar de la existencia de muchos libros españoles en las bibliotecas de Polonia, en el siglo XVII se hacen pocas traducciones. Cuando Gracián empieza a publicar sus obras en España, en Polonia la situación no es propicia para llevar una labor de este tipo ya que el país está en guerra casi permanente: Moscovia, Suecia, y la progresiva rebelión de los cosacos. 

TERESA EMINOWICZ, La Obra de Baltasar Gracián en PoloniaUniversidad Jaguellónica de Cracovia (Polonia), Rlit, LXIV, 127 (2002), 209-218, (c) Consejo Superior de Investigaciones 

http://revistadeliteratura.revistas.csic.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario