miércoles, 12 de marzo de 2014

San Genaro

        De otros dos perennes milagros

        S. Genaro fue degollado cerca de Nápoles, una mujer recogió en una redomilla algo de su sangre, que se conserva hasta hoy reseca y endurecida por el tiempo. Todos los años acercan en procesión la redomilla a la cabeza del mártir, la sangre de su interior se va  licuando conforme llegan al lugar donde reposa la cabeza.
        Después de confesarse y comulgar, los reyes de Francia tienen la virtud de curar los lamparones.

Fray Luis de Granada, Introducción del Símbolo de la fe, obra adaptada por Aurora Llamas Inglés (inédita)

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