lunes, 24 de marzo de 2014

La tierra y el agua

LA TIERRA
        
Mas entre los beneficios de la tierra es muy señalado el de las fuentes y ríos que de ella manan, y la humedecen y refrescan. Porque así como el Criador repartió las venas por todo el cuerpo humano para humedecerlo y mantenerlo, así quiso él también que este gran cuerpo de la tierra tuviese sus venas, que son los ríos, los cuales corriendo por todas partes, la refrescan y humedecen, y nos ayudan a mantener, criando peces y regando nuestros sembrados.


Maravilloso paisaje de Nueva Zelanda. Foto Pier Llamas

         Y porque en muchas partes faltan fuentes y ríos, ordenó la divina Providencia que toda la tierra estuviese empapada en agua, porque de esta manera cavando los hombres, supliesen con los pozos la falta de las fuentes.

Aguas claras y bravas. Foto Pier Llamas


         Mas ¿quién no se maravillará aquí del origen y principio de do manan estos ríos y fuentes? Vemos en muchas tierras apartadas de la mar, salir debajo de una peña viva un gran brazo, y a las veces un buey de agua. ¿De dónde, pues, nace esta agua? ¿Cómo corre siempre, invierno y verano, de una manera? ¿Qué abismo es aquél tan copioso que siempre tiene que dar, y en tantos mil años nunca se agota? Si decís que se hace del aire que está en las concavidades de la tierra, como sea verdad que de diez partes del aire se haga una de agua, ¿Qué tanta cuantidad de aire será menester para que de ahí salga perpetuamente el río Nilo, o el Danubio, o Eufrates, o nuestro Guadalquivir, aunque bien sé que otros ríos que con éstos se juntan, ayudan a su grandeza, mas todavía son ellos y otros semejantes ríos grandes en su nacimiento.

Río en Taupo, Nueva Zelanda. Foto Pier Llamas

Fray Luis de Granada, Obras Completas, t. IX, F.U.E. Madrid 1996, p. 98-99


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