viernes, 5 de abril de 2013

San Vicente Ferrer

           De san Vicente Ferrer, que tuvo especial gracia y don de predicar, está escrito que en casi todos sus sermones inculcaba a sus oyentes la severidad del juicio final, con cuya doctrina hizo un tan feliz y copioso fruto que trajo a penitencia de la vida pasada a muchos millares de hombres[1].
            Finalmente son tales las cosas que en las Sagradas Escrituras se refieren a este juicio y exceden tanto la fe y creencia de los hombres, que después de haberlas el Señor pronunciado en esta sagrada lección, añadió esta aseveración: El cielo y la tierra pasarán, y mis palabras no pasarán[2]. Con estas palabras comprobó la grandeza de este día, y la verdad incontrastable de esta profecía, a la cual no es comparable ninguna verdad humana.


Fray Luis de Granada, Obras Completas, t. XXXVIII, F.U.E. Madrid 2003, p. 414-415

Traducción de Pedro Duarte



[1] V. J. ANTIST, Vida de s. Vicente Ferrer, Valencia, Pedro de Huete, 1575
[2] Mc 13, 31; Lc 21, 33; Mt 24, 25

No hay comentarios:

Publicar un comentario