martes, 4 de febrero de 2014

El Maestro Ávila

Concurría en estos días a casa de estos señores el Venerable M. Juan de Ávila, a quien por su santa vida y admirable predicación dieron el renombre de Apóstol de Andalucía. Y estar en una casa y a una mesa y más que todo hallarse dos hombres que sus cuidados eran de caminar a Dios y encaminar a sus servicios a los hombres, fue ocasión de estrechar entre ambos una amistad íntima. Predicó el P.M. en una ocasión y en su presencia preguntóle el conde D. Pedro al M. Ávila que le había parecido el sermón. No le bastó el excusarse e instado dijo su sentir: que no le parecía bien sermón en que no se predicaba a Cristo crucificado y a San Pablo. Quiso decir que el predicador no se ha de poner a regalar los oídos sino a predicar a Jesucristo puesto en una Cruz y con la doctrina y espíritu de San Pablo: para que sea espanto a los pecadores, y a cada grito suyo sea un rayo que destruya los vicios. En un ánimo dócil, humilde y deseoso del acierto hacen fácilmente impresión los documentos, y este fue tal para el varón de Dios que desde aquella hora le tomó por Maestro, pues predicando otra vez en Santa Clara de Montilla, entró Juan de Ávila a verle en la sacristía después del sermón y viniéndose a él Fray Luis abierto los brazos, le dijo: más debo yo a vuestra merced y a sus consejos que a muchos años de estudio. Y así le confieso y le reconozco por mi verdadero Maestro. Y el Ávila como humilde respondió: el verdadero Maestro es Dios, a quien se debe toda honra y gloria. Con el esmalte de las advertencias de este apostólico varón, dio nueva gracia a su predicación apostólica el venerable Padre pues siendo nuevamente animada con el espíritu que San Pablo instruye en sus Epístolas, ahora se veía renovado su espíritu obrando con su predicación nuevas maravillas.
            Estimó el varón de Dios al M. Ávila como merecían sus virtudes: pues habiendo ya pasado de esta vida y Fray Luis en una vejez llena de achaques y cuidados escribió su vida.



En Antonio Larios Ramos, V Centenario del Nacimiento de Fray Luis de Granada (1504-1588), en Actas del, ed. CajaSur, Córdoba 2005, p. 233; ANEXO: ANTONIO DE LOREA, Historia de los Predicadores de Andalucía. Parte II, Libro II, 90r-91v

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